No me defraudó. Calleja sabe ahondar en lo más profundo de sus entrevistados. Sé por experiencia que a muchos de los que intentamos acercar a nuestros televidentes, lectores u oyentes, no les gusta que saquemos a la luz pública la persona, soslayando en lo posible el personaje. Fernando Simón cumplió, con exceso, las expectativas que tenía depositadas en él. Claro y directo, sin ningún tipo de justificaciones innecesarias, transmitió la lucha contra la pandemia que ha ocupado la mayor parte de su vida en los últimos años.
No se trata de un títere al servicio de los políticos. Dejó bien claro que primero es médico y después funcionario. Sin vinculaciones ideológicas de ninguna clase. Su currículum está lleno de experiencia en lugares inhóspitos de todo el mundo siempre apoyando a los que sufren pobreza y pésimas condiciones sanitarias. Los diversos gobiernos de España de distintos partidos, que se han sucedido a lo largo de los últimos años, han contado con él, demostrando un buen criterio.
No intentó dulcificar la situación con paños calientes. Puso las cosas en su sitio. Nos quedan dos o tres trimestres de lucha y de sufrimiento. Pero parece que se intuye la luz. Lo que más me gusta de sus declaraciones es que no las basa en afirmaciones radicales. Eso está muy bien. Confiesa humildemente que aún se desconoce bastante esta maldita pandemia y que nos queda mucho que aprender de la misma.
Para colmo, el tipo procede de una familia ejemplar y ha creado una propia con las mismas características. Otra cosa que admiro; es libre. Va vestido informalmente. Está cuadrado física y mentalmente. Conoce y practica un montón de deportes y se ríe de su voz cascada. Un tipo envidiable. Una persona cercana que me ha transmitido mucha confianza.
Enhorabuena a Calleja por llevarle al programa y a los españoles por contar con Fernando Simón. Una buena noticia para todos.
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