Hoy es el día de los lavados de manos. Parece ser que dicha conmemoración fue promovida por la OMS en el año 2008 para conseguir que 120 millones de niños se lavaran las manos con agua y jabón en más de 70 países.
Me parece muy oportuno el resaltar esta fecha en este año en el que el lavado de manos nos está permitiendo a muchos huir de la pandemia del Covid 19. A ver si de una puñetera vez lo erradicamos. Lo malo es que los responsables de solucionar el tema se siguen lavando las manos como Pilatos y largándole el problema a “los otros”. Esto no tiene enmienda.
Me escribe un amigo periodista que sigue estos “segmentos”. Me regaña por no haber aprovechado el día de los mayores, que se celebró el pasado día 1 de octubre, para reivindicar a este sector de población. Este día internacional se celebra desde hace 30 años y en esta ocasión de una forma especial. “Las personas de edad”, como denomina la OMS a los mayores. Según declara Antonio Guterrez, secretario general de la Organización Mundial de la Salud: “se enfrentan al gravísimo y desproporcionado impacto que la pandemia de enfermedad por coronavirus (COVID-19) ha tenido en las personas de edad de todo el mundo, no solo en lo tocante a su salud, sino también a sus derechos y su bienestar”.
Los objetivos del día de los Mayores de este año se dirigen especialmente a:
Informar a los participantes sobre los objetivos estratégicos en el Decenio del Envejecimiento Saludable.
Sensibilizar sobre las necesidades especiales de salud de las personas mayores y sus contribuciones a su propia salud y al funcionamiento de las sociedades en las que viven.
Aumentar la conciencia y la apreciación del papel del personal sanitario en el mantenimiento y la mejora de la salud de las personas mayores, con especial atención a la profesión de enfermería.
Presentar propuestas para reducir las disparidades de salud entre las personas mayores en los países desarrollados y en vías de desarrollo, de manera que "nadie se quede atrás".
Aumentar la comprensión del impacto de la COVID-19 en las personas mayores y su impacto en las políticas, la planificación y las actitudes del cuidado de la salud.
Me temo que esta declaración de intenciones se quedará en agua de borrajas. Los mayores seguimos sin descubrir nuestra fuerza. Tendríamos que promover estas actuaciones de dentro afuera. No esperar que solucionen nuestros problemas los demás. Desgraciadamente seguimos siendo demasiado dóciles, dúctiles y maleables. No somos conscientes de nuestra fuerza desperdiciada en las urnas.
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