El presidente Trump continúa atacando a los dirigentes republicanos que se rehusaron a apoyar sus alegaciones de fraude electoral. El lunes, Trump dijo que el gobernador republicano del estado de Georgia, Brian Kemp, era un “desgraciado” y le exigió que “revocara” la certificación de la victoria de Biden que fue otorgada por el secretario de Estado Brad Raffensperger. Ese mismo día, Trump también atacó al gobernador republicano del estado de Arizona, Doug Ducey, y alegó que Ducey “traicionó al pueblo de Arizona” cuando oficializó la victoria del presidente electo.
La situación se produce en víspera de la juramentación del senador electo demócrata de Arizona Mark Kelly, quien derrotó a la senadora titular republicana Martha McSally, que está programada para el día miércoles. La victoria de Kelly implica que el equilibrio de poder del Senado se decidirá en las elecciones de segunda vuelta del estado de Georgia, que se llevarán a cabo el cinco de enero, cuando los senadores republicanos Kelly Loeffler y David Perdue se enfrenten a sus rivales demócratas Jon Ossoff y el reverendo Raphael Warnock. Algunos republicanos del estado de Georgia han expresado sus temores en cuanto a la posibilidad de que los ataques de Trump desalienten la participación electoral de los republicanos, lo que podría conducir a que los demócratas tomen el control del Senado.
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