El número de embarazos múltiples en España se ha duplicado en las últimas dos décadas debido, en gran medida, al incremento en la edad de gestación de las mujeres –en 2018, la edad media de las madres primerizas alcanzó los 31 años-, que en muchas ocasiones se ven abocadas a hacer uso de técnicas reproductivas para cumplir su deseo de ser madres. Un aumento en los tratamientos de reproducción asistida en los que, en más casos de los que se debiera, se opta por la transferencia de más de un embrión.
“Ante esta situación, se pueden tomar acciones para limitar los riesgos de salud para las madres, los recién nacidos y sus familias, empezando por un cambio en las prácticas de reproducción asistida. Como ejemplo, se podría fomentar la transferencia de un único embrión que, además de reducir el número de embarazos múltiples y los riesgos de salud asociados, podría ahorrar al estado más de 45 millones de euros de media al año”, explica el doctor Antonio Requena, director médico de IVI. Esta es una de las conclusiones principales que se extraen del informe que IVI acaba de hacer público, en colaboración con la consultora Deloitte. Se trata del primer estudio sobre “El coste público de los embarazos múltiples en España”, un análisis pionero en nuestro país que muestra la implicación de IVI en la seguridad del paciente y su bienestar en la sociedad.
Estas medidas podrían reducir el número de embarazos múltiples en hasta 3.400, o un 50%, disminuyendo, por ejemplo: 500 abortos espontáneos, muertes fetales y muertes neonatales
1.400 cesáreas 1.500 nacimientos prematuros 2.700 ingresos neonatales
“Este informe explora la evolución de los embarazos múltiples en España y cuantifica el coste público asociado a estos respecto a los embarazos sencillos. Esto hace posible evaluar los beneficios netos que resultarían de cambios en las prácticas de reproducción asistida –entre ellos, reducir tanto los riesgos de salud que afectan a las madres y familias, como el gasto público que repercute en el estado de bienestar español–“, añade el Dr. Requena.
España es el país con un porcentaje más alto de mujeres que tienen hijos con 35 o más años, habiendo crecido este porcentaje significativamente en los últimos años. Este hecho aumenta la tendencia a concebir con la ayuda de la medicina reproductiva, dejando cifras tan llamativas como el incremento en un275% de embarazos mediante tratamientos de reproducción asistida en la última década –de 8.000 a 30.000-. Por tanto, el peso de embarazos fruto de tratamientos reproductivos es cinco veces mayor que hace 10 años, llegando al 8% del total.
“Las prácticas de reproducción asistida actuales en España siguen apoyándose en la transferencia de más de un embrión a la vez para alcanzar la gestación –más del 50% de los ciclos en el sector privado y del 70% de los ciclos en el sector público–. La evidencia científica es clara respecto a este tema: los embarazos múltiples impactan negativamente en la salud de las madres, por ejemplo, con un riesgo hasta cinco veces más alto de preeclamsia; y en la de los recién nacidos, particularmente incrementando el riesgo de eventos de salud adversos como la probabilidad de bajo peso al nacer, prematuridad o patologías que puedan afectar a los diferentes órganos del bebé”, comenta el Dr. Requena.
Además, conforme muestra este informe, estos riesgos de salud implican que las familias vivan experiencias más difíciles durante el embarazo, el parto y el período de posparto. El estudio estima que, desde la gestación hasta los tres años de vida de los bebés, las familias requieren de hasta 600 horas adicionales –equivalente a más de 75 días laborales o un tercio del año laborable– en contacto con el Sistema Nacional de Salud y en su hogar, cuidando de los recién nacidos con problemas de salud.
Asimismo, el alto riesgo para la salud que implican los embarazos múltiples requieren de una mayor atención sanitaria y prestaciones sociales adicionales, resultando en un coste público 2,5 veces mayor o más de 14.300€ adicionales por parto múltiple respecto a los partos sencillos.
Reducción en un 75% de los embarazos múltiples La firme apuesta de IVI por la reducción de los embarazos múltiples se ve reflejada en la práctica de la totalidad de sus clínicas donde, actualmente, más del 90% de las transferencias son de un único embrión (SET, por sus siglas en inglés). De hecho, en la última década, este tipo de embarazos se han reducido en un 75%, aumentando así las posibilidades de embarazo a término y nacimiento de un bebé sano.
A ello se suma su actual tasa de gemelos, que apenas alcanza el 4%, a la par de la tasa nacional de gemelos concebidos de forma natural, que es del 2,4%, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).
“El por qué se ha podido implementar esta estrategia para casi el 100% de nuestros tratamientos se debe a que conocemos mejor los mecanismos que regulan la receptividad endometrial, a técnicas como la del Timelapse, que permiten ver la evolución del embrión, o a mejoras en la selección embrionaria gracias al diagnóstico genético pre-implantacional, para descartar aquellos embriones con anomalías cromosómicas. Todo ello complementado por la labor educativa tanto de los profesionales médicos como de la población para que se entienda que la gestación múltiple no es un objetivo a lograr, sino una complicación a evitar”, explica el Dr. Requena.
Mujeres y parejas con problemas reproductivos se aferran frecuentemente a la creencia de que la transferencia de más de un embrión aumentará sus posibilidades de embarazo. Sin embargo, los resultados publicados en varios estudios indican que no hay diferencias significativas en la tasa de gestación acumulada con un solo embrión frente a la lograda con la transferencia de dos, tanto en ciclos con gametos propios como de donación.
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