El Ejército de Birmania tomó el poder en un golpe de Estado en la madrugada del lunes, cortando el acceso a Internet, cancelando vuelos y deteniendo a la líder de facto Aung San Suu Kyi y a otros altos funcionarios.
Los dirigentes militares declararon el estado de emergencia por un año y le pusieron fin al acuerdo de poder compartido con Suu Kyi y su Liga Nacional para la Democracia, alcanzado después de las elecciones de 2016. El golpe de Estado ocurrió horas antes de que los legisladores ocuparan sus escaños en la apertura del Parlamento, luego de las elecciones de noviembre en las que los militares hicieron acusaciones infundadas de fraude. Suu Kyi declaró en un comunicado que el Ejército había vuelto a instaurar una dictadura en Birmania, país al que el Ejército llama “Myanmar”, e instó a la gente a protestar. Suu Kyi pasó años luchando contra el Ejército birmano y ganó el Premio Nobel de la Paz en 1991 por sus esfuerzos.
Sin embargo, en los últimos años, Suu Kyi ha sido criticada por presidir una campaña de violencia ejecutada por el Ejército de Birmania contra la minoría musulmana rohinyá, que obligó a más de un millón de rohinyás a huir al vecino Bangladesh.
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