Crédito y Caución prevé que la economía mundial se recupere en 2021 de la gran recesión económica que tuvo lugar en el primer semestre de 2020, causada en gran medida por el impacto de la pandemia. Sin embargo, el ritmo de la recuperación dependerá en gran medida de la efectividad de los planes de vacunación y el final de los confinamientos. El apoyo fiscal y monetario será crucial para sostener la actividad. No obstante, el deterioro económico provocado por la pandemia se dejará sentir con mayor fuerza en 2021 en los mercados laborales, las cifras de fracaso empresariales y la posición fiscal a medio plazo de los países.
De acuerdo con las previsiones de la aseguradora de crédito, las economías avanzadas crecerán un 3,9% en 2021, deshaciendo en gran medida la caída acumulada del PIB en 2020. Parte de las incertidumbres que se cernían sobre el mercado global han desaparecido. En Estados Unidos, se espera que la nueva Administración siga una política más ortodoxa. Por otro lado, el acuerdo comercial entre la Unión Europea y Reino Unido supondrá mayores barreras comerciales, pero pone fin a la posibilidad de un Brexit duro.
Sin embargo, las infecciones por Covid-19 aún se extienden en algunos de los principales mercados avanzados y las medidas de confinamiento siguen siendo estrictas. Debido a esta situación, la mayoría de los mercados no verá cómo el PIB recupera en 2021 sus niveles anteriores a la pandemia. Asia emergente ha sido más eficaz en la gestión del virus. China ha evitado la recesión y espera un crecimiento del 8,8% en 2021 debido a la demanda embolsada. Latinoamérica ha obtenido peores resultados. México, que recibió un apoyo fiscal limitado, enfrenta una recuperación prolongada mientras que Brasil, que puso en marcha ayudas fiscales considerables, ha limitado la profundidad de la recesión en 2020.
De acuerdo con las previsiones actuales, un buen ritmo de vacunación daría lugar a una reducción permanente de las restricciones a la movilidad a mediados de año. Sin embargo, si los calendarios son más lentos de lo esperado y las medidas de distanciamiento social se mantienen en el segundo semestre, las empresas podrían posponer o cancelar sus inversiones debido a la incertidumbre sobre la futura demanda de bienes y servicios. Este escenario ralentizaría la recuperación económica.
"La recesión de 2020 ha sido única en el sentido de que el PIB y el comercio se han visto gravemente afectados, pero las insolvencias se mantuvieron en niveles bajos gracias a los estímulos fiscales y la congelación temporal de los procedimientos de quiebra en muchos mercados. Sin embargo, esta situación podría cambiar drásticamente a medida que se vayan retirando los estímulos. La gestión prudente del crédito, incluida la atención a la estabilidad financiera de cada empresa y sus clientes, sigue siendo primordial para el éxito", declaró el CMO de Atradius, Andreas Tesch.
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