A estas alturas, y tras copar titulares durante estas semanas, nadie quedará indiferente al escuchar el nombre de Isabel Peralta. Una joven de 18 años que, micrófono en mano y frente a cientos de participantes en una manifestación neonazi, ofreció hace unos días un discurso anacrónico plagado de antisemitismo.
Pues bien, hace unos días se creó una campaña en GoFundMe, actualmente inactiva, con el fin de hacer más liviana a “la nueva musa del fascismo”, como la han llamado algunos medios, la carga económica que tendrá que hacer frente tras afirmar en dicho discurso frases como “el enemigo siempre va a ser el mismo aunque con distintas máscaras: el judío… El judío es el culpable y la división azul luchó por ello”.
Cualquier persona puede crear un crowdfunding dentro de esta plataforma. GoFundMe parte de esa premisa, ya sea a modo individual o como una asociación o entidad. Es tan sencillo como entrar en su página y darle al botón de “Iniciar una campaña”. Ahora bien, hay cosas que no tienen cabida en ella.
No al odio, no al racismo, no al lenguaje discriminatorio y no a la incitación a la violencia, entre algunas otras. De hecho, la plataforma es clara y pone al alcance de todos sus términos y condiciones, que por supuesto deben ser aceptados para lanzar una campaña. Pocas personas leen esos términos, pero una cosa es seguro: cualquier campaña que viole los puntos recogidos en ese documento, es eliminada y sus fondos son reembolsados a todos los donantes de manera inmediata, forma parte de su protocolo de actuación.
Tras el discurso en la concentración, como era de esperar las quejas no han sido pocas, tanto es así que la Fiscalía está actualmente estudiando investigar si su discurso incurrió en delitos de odio. Ante esto, sus amigos pensaron que sería una buena idea acudir a GoFundMe para pedir colaboración.
“Los amigos de Isabel hemos decidido abrir esta página con el fin de ayudar económicamente a nuestra camarada. Isabel tendrá que hacer frente ahora a multas, acoso y desprecio. Por eso, os pedimos que si podéis aportéis lo que podáis y apoyéis a la camarada”, rezaba la campaña.
Mensualmente se crean centenares de campañas de recaudación de fondos en GoFundMe. Todas y cada una de ellas, son revisadas meticulosamente para individuar aquellas que violan sus términos o no son acordes a sus condiciones. Ya sucedió algo similar hace un año aproximadamente, cuando el movimiento de corte neonazi Casa Hogar creó un crowdfunding y vio la campaña fue cerrada en pocos días y todos los fondos devueltos.
La plataforma está disponible para ayudar y apoyar cualquier iniciativa o necesidad: voluntariado, cooperación, gastos médicos, emergencia, un proyecto personal. De hecho, la pandemia, donde se generaron infinidad de campañas, ha sido un buen ejemplo de cómo GoFundMe puede ser un apoyo fundamental para hospitales, negocios con dificultades económicas, colectivos desfavorecidos, comedores sociales, banco de alimentos… Todas ellas fueron revisadas y controladas.
El cerrar unilateralmente una campaña por parte de una plataforma como GoFundMe y devolver todas las donaciones tiene un claro objetivo: responsabilidad social. El sector del crowdfunding tiene cada vez más peso. Se ha convertido en una vía para generar conciencia y promover iniciativas de impacto social y como tal, se mantiene firme en sus principios: seguridad, tolerancia y respeto. Cualquier iniciativa que no los cumpla no tiene cabida en ella.
|