Lector afortunado el que se aproxime a esta crónica embriagadora de la historia real que narra
. Los veinte años de una española, como reza el subtítulo, de María Zambrano que en primera y tercera persona analizando todo un mundo propio por el que discurren todos avatares, andares y pesares, a modo de una novela de sus propias vivencias. Fragmentos de la historia de España vivida intensamente. Variada de muchos momentos en los que la narración adquiere la calidad de sublime, “como respondiendo a una llamada misteriosa del viejo continente”.
Mientras tanto en el Madrid de la Ayuso, propiedad de la mentira apoyada por su padrecito Casado, ondea la bandera del conservadurismo más ultraderechista como un “No pasarán”. Rociando con el sainete de la idiotez mediocre todo lo inimaginable contra la izquierda, que se juega un futuro entre democracia o frente al franquismo. Disfrazado de un lenguaje falso que, por supuesto, es lo que le corresponde en su pulso por mantener el poder conservador en la capital de España, que como en toda su historia contemporánea se convierte en protagonista de todo el país.
Y ante tanta basura política disfrazada de ángel de la guarda y una Semana Santa que me recuerda las inmensas colas en las puertas de la iglesias para conseguir el pan nuestro de cada día, María Zambrano y su obra
Delirio y destino. Poseedora del esplendor de la palabra provista de una lírica nostálgica del tiempo vivido y sufrido. Poseída de una prosa sorprendente, va protagonizando su vida y su obra al compás de aquél luminoso nacimiento de la Segunda República. Con todos sus avatares, presente y vuelta al pasado de una España que no cesa, cuando la derecha y la Iglesia se sublevan ante un cambio centrado en la modernidad de esta España cargada de historia y esperanzas.
Una objetiva obra con un excelente prólogo de Miguel Morey. Fue escrita en La Habana en 1952, pero publicada de manera tardía en 1989, cuando la autora ya había regresado a España, "Delirio y destino" rememora, en clave de confesión iluminadora, a través de reflexiones históricas primero y de fragmentos intensos al cierre, una breve franja autobiográfica de la vida de la María Zambrano, la que abarca desde 1929 hasta la proclamación de la Segunda República en 1931, un periodo doloroso a medida que el levantamiento rebelde que provocó una sangrienta guerra civil la llevó a un sangriento episodio cuyo final de la implantación de la dictadura. De tiempo en cuyo transcurso la filósofa va mostrando las raíces tanto de su biografía personal como de una entidad colectiva: la formada por todos aquellos coetáneos que, como ella, vivieron similares circunstancias y se vieron abocados, una vez concluida la guerra civil española, al desamparo, la soledad, la nostalgia y el exilio.
Unas crónicas extraídas de las vivencias emocionadas, alegres y también sufridas por la propia autora de cómo fue creando con su esfuerzo intelectual su propia vida. A su vez dibuja la figura de muchos otros españoles que se entregaron intelectualmente a favor de una nación liberada del mundo caciquil para con gran esfuerzo e ilusión incorporarla a los valores y el progreso de Europa.
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