La llamada Smart food o Complete food es un concepto que proviene de Silicon Valley principalmente y que consiste en ingerir, a través de productos como polvos o barritas, la cantidad adecuada de nutrientes y calorías según las necesidades. El objetivo es no malgastar comida, comer únicamente lo necesario y, del mismo modo, ahorrar tiempo. Todo ello con ingredientes de calidad y saludables. No se trata de sustituir todas las comidas sino de emplearlo únicamente cuando no se dispone de tiempo. Se trata de una corriente que se está imponiendo sobre todo en entornos TIC
El acelerado ritmo de trabajo en Silicon Valley hacía que muchos de los trabajadores echaran mano de alimentos insanos o que incluso no comieran. En este entorno, es cuando surge un tipo de comida que se ha denominado Smart food o Complete food. Este nuevo concepto, tal y como se sostiene desde Satislent, consiste en utilizar de forma esporádica y por ahorro de tiempo, productos alimenticios en forma de batidos o barritas con la cantidad adecuada de nutrientes y calorías según necesidades. Este tipo de “comida o nutrición inteligente” se define por estar elaborada con ingredientes naturales y saludables.
88 toneladas de alimentos son desperdiciados cada año Aproximadamente 88 toneladas de alimentos son desperdiciados cada año en la Unión Europea por un valor de 143 mil millones de euros. La situación no es mejor en los Estados Unidos, donde el 40% de los alimentos producidos se tira a la basura. Frente a esto, una de cada siete personas en el mundo no tiene suficiente para comer. Todo este malgasto de comida provoca un impacto medioambiental grave. Del mismo modo, la salud y la alimentación saludable se resienten debido a estos hábitos. En este contexto, la Smart food da respuesta a este problema y se erige en un modelo de consumo respetuoso con el medio ambiente y apto para una dieta equilibrada.
Perfil del consumidor del “Smart food” Los consumidores de la “nutrición inteligente”, según datos de Satislent, son mayoritariamente hombres de entre 25 y 35 años, profesionales del sector TIC y estudiantes. Lo suelen consumir en las comidas (72%), en el desayuno (68%), en la cena (42%) y como snacks (31%).
Para momentos puntuales Y es que, el Smart food no está relacionado con los llamados batidos dietéticos, ni con la comida sustitutiva. Ayuda a mantener una alimentación saludable porque no se ingiere más de lo que el cuerpo necesita pero no está orientado a la dieta. El principal objetivo es que, en momentos puntuales, en los que no hay tiempo (o ganas) para cocinar o comprar, no caer en la tentación de la comida rápida, de no comer o comer mal, y poder disponer de un producto que aporte los nutrientes necesarios de forma rápida y cómoda.
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