Con el máximo respeto y consideración a la Consejería de Educación del Principado de Asturias estimo que la cuestión del cese de los docentes interinos el 31 de agosto plantea una serie de complicaciones y problemas. Que se solucionarían, a mi juicio, con la prórroga de todos los contratos de los profesores interinos.
Porque, ya existe una cierta preocupación, por lo que se ve, en algunos alumnos y familias ante los exámenes de septiembre. Porque, si bien es cierto, que en los institutos en los que, únicamente, estén profesores interinos en un departamento, parece que se contempla la posibilidad de prorrogar contrato, en otros muchos centros, legalmente, tendrían que corregir los exámenes los profesores del departamento correspondiente, que no han impartido clase en el presente curso a los alumnos examinados. Y esto, desde un enfoque de calidad educativa, no parece el mejor procedimiento.
También es verdad que el docente interino puede asistir al instituto en el que estaba y corregir lo exámenes, aunque ya haya finalizado su contrato laboral, de un forma colaborativa, mientras espera la adjudicación de las vacantes, y al nuevo nombramiento y toma de posesión.
También es pensable que la propia Consejería, probablemente, a finales de agosto con la publicación de las vacantes, puede dejar solventado, positivamente, este asunto de la prórroga de los contratos de lo profesores interinos.
Pero puede haber una parte de los docentes interinos que quieran cumplir, rigurosamente, lo que dice el contrato que indica que la actividad laboral de los mismos cesa el 31 de agosto de 2015.
Ahora bien, la incertidumbre que existe a día de hoy ante esta cuestión me parece que no es lo más adecuado, sobre todo en relación con el alumnado y las familias y también, por supuesto, si se piensa en los profesores interinos.
Es natural que en casi treinta centros de Asturias se hayan leído escritos de apoyo al colectivo interino en su reivindicación de una prórroga de contrato. En este sentido la labor de la Asociación de docentes interinos de Asturias es magnífica, porque defienden los derechos del profesorado interino, y a la vez reafirman el compromiso con la calidad en la enseñanza.
Por último, una reflexión general sobre la oferta de vacantes. Si la misma está condicionada, como es lógico, por las necesidades de la denominada plantilla funcional en relación con la plantilla orgánica de cada instituto, parece que no es necesario decir mucho.
Pero sucede que en los últimos años están saliendo muchas plazas de media jornada en Asturias. Esperemos que esto cambie, porque los profesores con medio horario, pueden ser tutores también, y se dedican con entusiasmo y profesionalidad al desempeño de su tarea docente y burocrática. Algo que es de agradecer, aunque sea su obligación.
En teoría, previsiblemente, en alguna especialidad puede haber mayor número de jornadas completas. Y esto es algo deseable para todas las especialidades.
Aunque el presupuesto para la contratación de docentes interinos dependa de decisiones del Gobierno del Principado de Asturias, y no, directamente, de la propia Consejería, considero que lo mejor para todos sería que se dedicase más dinero para contratar a profesores interinos con horarios completos.
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