| ||||||||||||||||||||||
|
|
Deporte paralímpico, adaptado e inclusivo, sus diferencias | |||
Se desaconseja usar términos como «diversidad funcional», «otras capacidades» o «capacidades diferentes» | |||
| |||
Gracias al Libro blanco del deporte de personas con discapacidad en España podemos entender los diferentes términos que se emplean en este ámbito como, por ejemplo, deporte paralímpico, deporte adaptado y deporte inclusivo. El deporte paralímpico es la competición de alto nivel protagonizada por deportistas con discapacidad que se celebra poco después de los Juegos Olímpicos, en la misma ciudad e instalaciones que éstos. Su uso puede extenderse a ámbitos más amplios del deporte de personas con discapacidad en general. En consonancia, se habla de Juegos Paralímpicos y también podemos usar el término Paralimpiada. En relación a esto, el libro blanco nos enseña que «si fuéramos estrictos, únicamente podríamos utilizar el calificativo paralímpico para aquellos deportistas que han participado en unos Juegos o para los deportes que estén incluidos en el programa oficial de los Juegos Paralímpicos. Sin embargo, desde distintos sectores del mundo de la discapacidad se considera coherente que se pueda extender su uso para referirse a las personas con discapacidad que practican deporte, más aún si es deporte de competición». En betwinner casa de apuestas se encuentran diferentes modalidades deportivas. El deporte adaptado es el deporte que practican las personas con discapacidad. Se trata de un término incompleto ya que debe acompañarse por el colectivo al que va destinado, por ejemplo, deporte adaptado a las personas con discapacidad o deporte adaptado a la tercera edad. El uso del término deporte adaptado está muy extendido entre las instituciones públicas y federaciones deportivas. Sin embargo, el libro blanco nos enseña que no es un término asumido por las entidades representativas del sector de la discapacidad ya que estas cada vez hablan «más de inclusión, de normalización, de ayudas técnicas, de accesibilidad o de diseño para todos, y se huye de términos como las “adaptaciones”. Este uso llega a ser inaceptable e incorrecto cuando hablamos no solo de deporte sino de “deportista adaptado” o “colectivo adaptado”». El deporte inclusivo es la práctica deportiva por parte de personas con y sin discapacidad de una forma conjunta. A este término hay que adjuntarle el colectivo al que va dirigido para su uso correcto. Este tipo de deporte no es «considerado sinónimo del deporte de personas con discapacidad en general, sino que se trata de un tipo de actividad deportiva muy concreta, en la que, (…), participan conjuntamente personas con y sin discapacidad. Finalmente, para hablar con una terminología adecuada y correcta en relación al deporte para deportistas con discapacidad, el citado libro blanco nos propone una serie de sugerencias. Entre ellas, se desaconseja usar términos como «diversidad funcional», «otras capacidades» o «capacidades diferentes». En referencia al uso del término «para-deporte», como por ejemplo para-atletismo, se propone evitar su uso en español y se define más correcta la opción de acompañar el nombre de cada modalidad deportiva con el adjetivo paralímpico, por ejemplo, atletismo paralímpico. |
Leo en diversos medios que el Grupo Parlamentario Sumar va a presentar en el Congreso de los Diputados una proposición no de ley para instar al Gobierno a que impulse la fase de decisión y adopción del marco legislativo que permita la emisión del euro digital, a fin de reducir la dependencia que hay en la UE de las dos compañías estadounidenses de pago con tarjeta, Visa y Mastercard. Me ha chocado mucho semejante iniciativa.
En el panorama español actual, es la izquierda quien maneja mejor el discurso y quien se siente más cómoda apropiándose de causas ajenas para convertirlas en propias, aunque nunca por convicción, sino para obtener rédito político y arañar un puñado de votos. Si hay una causa a la que se aferran con uñas y dientes, es sin duda a la del feminismo, politizado hasta el extremo.
Las decisiones arancelarias unilaterales de Donald Trump se cumplieron como una profecía, lo mismo que las réplicas esperables de las demás potencias de cara a esta guerra comercial y tecnológica explícita. Argentina es una de los territorios expósitos que quedaron a merced de la propia debilidad del rumbo aperturista elegido, otra de las graves catástrofes que suma un gobierno de nula imbricación con la ética política.
|