El fin del verano suele ser un momento difícil para todos con la vuelta a la rutina. Si, además, durante estos meses te has entregado a los excesos y has abandonado un poco tus hábitos de salud, es posible que retomarlos cueste más de la cuenta y que esta circunstancia se sume a las complicaciones asociadas al retorno a las obligaciones. Ahora es el momento ideal para marcarse nuevas metas y, poco a poco, retomar los hábitos saludables que se llevan trabajando el resto del año.
Diego Moya, Head of Fit Jeff, asegura que “es cierto que a veces retomar tu rutina después de vacaciones no es sencillo, pero en cuanto haces la primera clase o entrenamiento engancha”. Por su parte, Rafa Serratosa, Director o Franquiciado de Fit Jeff Viveros, añade que “la clave es encontrar el lugar donde te sientas parte de una comunidad o club, y te diviertas a la vez que te pones en forma”. Hacer algo de deporte, cuidar la alimentación o garantizar un buen descanso pueden ser gestos clave que, sin duda, ayudarán a estar de mejor humor y a tener más energía para hacer frente a la vuelta a la rutina.
Retoma la actividad física poco a poco
Si durante el verano se ha dejado de lado el ejercicio, ahora es el momento perfecto para recuperarlo Retomar la actividad física no solo ayuda a deshacerse de los excesos estivales, sino que también le permite a uno sentirse más feliz y descansar mejor, enfrentándose a la nueva rutina con mucha más energía. Debemos aumentar la periodicidad e intensidad poco a poco, comenzando con actividades con las que uno se divierta y se sienta bien. Así, la vuelta se hará más amena y daremos margen a nuestro cuerpo para acostumbrarse.
Además, también se pueden combinar disciplinas dependiendo tanto del estado de ánimo como del físico. Para ello, lo recomendable es realizar alguna actividad principal según quieras relajarte, mejorar tu flexibilidad o ponerte en forma, y combinarla con otra que ofrezca otros beneficios.
Establece objetivos reales y sostenibles en el tiempo Toca volver a ponerse las pilas, pero no debemos marcarnos objetivos imposibles. No cumplir un objetivo puede llegar a ser de lo más frustrante y nuestra prioridad es conseguir la rutina que mantener. Se necesitan entre 3 y 5 semanas para crear un hábito, por lo que es imprescindible reservar tiempo cada ciertos días para entrenar y para cuidarse. Si no hay suficiente fuerza de voluntad, puede ser muy positivo buscar un entrenador o centro donde haya un profesional que aporte esa motivación que falta. En esta vuelta es clave ir poco a poco, disfrutar del camino, ser constante y tratar de no rendirse en la primera semana.
Apuesta por una alimentación variada y equilibrada Durante el verano es habitual saltarse un poco las reglas y cometer excesos que, si se mantienen en el tiempo, pueden pasar factura en lo que a salud se refiere. Por esta razón, es aconsejable volver a introducir de manera gradual alimentos saludables, y reducir la ingesta de productos refinados o alcohol. Escoger alimentos altamente nutritivos y ligeros, además de mantener unos horarios más o menos fijos ayudará a habituar al cuerpo a la rutina de nuevo.
Es fundamental el consumo de al menos tres piezas de fruta al día y dos piezas de verdura, pues ahora más que nunca necesitarás la fibra, vitaminas y minerales que contienen estos productos. Una buena forma de lograr tu objetivo es convertirlos en tentempié de la mañana, la merienda y el postre, así como añadir siempre una ensalada o verdura como guarnición. Las cremas de verduras también son una buena opción, sobre todo durante la cena, ya que resultan ligeras y te permitirán descansar bien.
Cuida tu mente y tu descanso
El bienestar emocional protege la salud física y viceversa. Es importante recordar que una buena salud mental favorece el pensamiento positivo que nos ayuda a afrontar mejor el día a día. Muchas veces las vacaciones nos ayudan a tomar conciencia de detalles que podríamos mejorar en nuestra rutina. Esta vuelta también puede ser el momento ideal para buscar tiempo y maneras en las que mejorar aspectos como la gestión del tiempo, manejo del estrés o la falta de sueño. Así, podríamos minimizar el impacto de elementos que restan energía o provoquen negatividad o ansiedad.
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