Muchas personas, muchas comunidades, muchos pueblos están acostumbrados a vivir bajo la tutela de “directores de orquesta”. No tiene nada de malo, siempre y cuando los “directores de orquesta” tengan en cuenta las característica individuales de cada miembro. ¿Dónde, pues, está el problema. En la elección de “director” o en la toma, por las bravas, de la “batuta”.
Conocer y respetar la personalidad de cada miembro de la orquesta, sus costumbres, sus trucos y su ductilidad, es fundamental para que la actuación del director llegue a buen puerto. Este símil, trasladado a la vida real de los pueblos, es un buen ejemplo para entender la RESPONSABILIDAD del gobernado y del gobernante.
Cuando los gobernados eligen según mítines, olvidando las características personales de las personas a votar, caerán en el gravísimo error de votar un ideario lleno de soflamas y promesas. Cuando el opositor al puesto de gobernante, MIENTE EN SU CURRICULUM y NO PROMETE CONDICIONAR SU PUESTO A LA PERMANENTE VERDAD CONTRASTADA, podrá llegar a ser elegido, pero, cuando lo logre, será DICTADOR.
Sentados en nuestras casas, comprobemos: DECRETOS LEYES…. ¿Cuántos? FALSEDADES…. ¿Cuántas? DEPENDENCIA…. ¿De quién? PROMESAS INCUMPLIDAS… Un libro. Todo eso… ¿No era el SUMARIO DE LOS MÍTINES? Seamos miembros de una orquesta cuya batuta esté siempre sometida a la PARTITURA ORIGINAL.
|