La España arruinada, como novia mentirosa, recorre el mundo disfrazada de "CRUZADA TEMPLARIA" Sus huestes, banderas en ristre y armamento quijotesco, se afanan en predicar el buenísimo de los que luego, “DICEN”, les darán de comer. Pólvora mojada, triunfalismo medieval, sumisión de "ejecutivo barato"... Sol... Playa... Buen vino... y… Tertulianos siempre dóciles al perro guía.
Es Sancho, paladín, ”guerrero de la realidad”, el primero que llora el engaño triunfalista de los falsos gigantes, sentado en su ínsula de BARATARIA, cuchillo choricero en mano, trocea el pan duro de anteayer y reflexiona, hablando como si su amo le oyera: "MI Señor, volvamos al pueblo y hablemos con el cantinero, guardador de secretos y predicador de realidades; él pondrá, junto al vaso de vino pitarra, la verdad del pobre y la falsedad de mi insulta”. “Mi Señor, huelo a leña quemada…, huelo a campos estériles por falta de manos…, huelo a desprecio, a engaño…, huelo a pobreza, a la vez que oigo la música de los que la fabrican". “Mi Señor, ¡ya hemos hecho bastante!: destruimos los sueños “vendidos”…, nos enfrentamos a los gigantes mafiosos…, hablamos, como “locos e insensatos”, pero hablamos sin doblez…, condenamos el silencio “aprovechado” y el silencio, también, de tantos y tantos “comensales” invitados… Mi Señor, ¡ya hemos hecho bastante! … La locura no se fue, pero la gente,con tu “perdida razón”, alimentó de verdad el futuro”.
Sancho, cortó su curtido chorizo de la Mancha, tomó un trago de su vino y, sentado en el zaguán de la taberna, se preparó para echar una cabezada.
Lenta DEFENESTRACIÓN SOCIAL… el pobre porque no tiene, el imbécil porque se fía, el normal porque espera demasiado, el ejecutivo escalador porque ve una luz grisácea en el túnel… y TODOS porque QUEMAMOS “El Quijote” y con él a SANCHO.
¡Volvamos al pueblo!, sin tantos dialectos, sin tantos laberintos, sin tantos leguleyos, sin tantos Reinos de Taifas, sin tanta promesa mentirosa, sin TANTA “CLA” COMPRADA…
¡Volvamos al pueblo! , pobre, pero honrado. Inventemos un futuro real, expulsemos a los aprovechados que no tiran del carro, exijamos la verdad, castiguemos la avaricia sobornada, y no olvidemos aquello: “En los momentos difíciles y angustiosos de la historia, EL POBRE no supo ser RICO y el RICO sí supo ser POBRE”.
PASADA LA PANDEMIA… PASADA LA DESGRACIA… PASADA LA GUERRA… el POBRE SIGUIÓ SIENDO POBRE y EL RICO VOLVIÓ A SU HACIENDA, A SU CORTIJO…
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