En las últimas semanas vienen acrecentándose las declaraciones y las apariciones en prensa sobre la posibilidad de que, de cara a las siguientes elecciones generales, aparecieran distintas opciones políticas coordinadas entre sí que representasen los intereses de las regiones de la denominada “España vaciada”; al estilo de Teruel Existe. Jaén, mi tierra, es una de las provincias que parece que tiene opciones de contar con un partido de este tipo; por ello, voy a intentar abordar sus posibilidades basándome en el ejemplo del partido turolense.
En primer lugar, nos remontamos al año 2019 para observar qué programa y discurso presentaba el partido aragonés. En general, observamos menciones a valores como justicia e igualdad, llamamientos a recuperar la soberanía de los ciudadanos, rompiendo con intermediarios y con la disciplina de voto delos grandes partidos, y un programa con 5 ejes principales. En ellos se encuentran propuestas trasversales, coherentes, necesarias y sostenibles como el desarrollo del medio rural o la mejora de la accesibilidad al territorio; elementos totalmente trasladables a la realidad de otras provincias como Jaén.
Evidentemente, no todos los aspectos son trasladables de un lugar a otro, pero sí que existen elementos comunes y mismas soluciones. Por ello, a la hora de abordar las posibilidades electorales de una formación política de este tipo en Jaén, es necesario diferenciar los factores contextuales en los que Teruel Existe consiguió su escaño y los factores contextuales recientes de Jaén.
Por un lado, debemos que tener en cuenta que Teruel Existe se presenta en unas elecciones muy peculiares. Se trataba de una repetición electoral en un mismo año, lo que podría ahondar en el sentimiento de descontento por la falta de acuerdo entre los partidos que ya se habían presentado. Además, también nos encontrábamos en un ambiente bastante crispado, con discursos muy polarizados y un perfil de votante agotado.
Por otro lado, los últimos acontecimientos en Jaén han sido muy relevantes, algunos incluso a escala nacional: Las protestas contra la brutalidad policial en Linares que se saldaron con una persona herida de bala (además de que hablamos de una de las ciudades con más paro), la larga polémica con la A-32, el desempleo generalizado, la decisión de trasladar el proyecto del Plan Colce a Córdoba en lugar de adjudicarse a Jaén, el encarecimiento de los billetes de tren a Madrid y abaratamiento del trasbordo por Córdoba; y más recientemente, la decisión de conectar Almería con el centro peninsular a través de Murcia y no cruzando Jaén.
Todo ello ha generado un gran descontento y mucha conciencia de la situación de la provincia para sus habitantes. Incluso se ha dado más voz y ha tomado fuerza la plataforma “Levanta Jaén”, y más concretamente “Jaén merece más”, organizaciones de la sociedad civil que se unen para luchar contra la marginación de la provincia; y el lugar donde se dice que se encuentra el germen de la posible futura formación política sobre la que hoy elucubramos.
Siendo consciente de todo ello, la primera diferencia en lo electoral que cabe destacar es el hecho de que para Teruel solo se eligen 3 escaños mientras que para Jaén son 5, debido al número de habitantes. Teruel Existe consiguió el 26´66% de votos válidos de su circunscripción, con los que consiguió un escaño. En el caso de Jaén, una formación con un 26´66% de votos válidos podría llegar a obtener 2 escaños; pero claro, siempre dependiendo de cómo se repartiera el resto de votos entre los partidos restantes.
De hecho, la posibilidad de que un partido de este carácter pudiera entrar por Jaén ya asusta desde hace tiempo a partidos que tienen escaño por la provincia, como Vox. Ortega Smith, en una entrevista al Diario Jaén el pasado 29 de marzo, intenta adelantarse a esta posibilidad y habla de ella como algo insuficiente, que terminaría en manos de los mismos causantes del problema y justificando su opinión en que la solución pasa por un proyecto de España. ¡Cómo si tener un partido que se preocupe por su región significase no preocuparse o no ser responsable con el resto del país!
La abstención es muy similar en ambas provincias. De hecho, cuando Teruel Existe se presenta a las elecciones había subido el porcentaje de abstención sobre un 4% con respecto a las primeras elecciones de 2019, lo que nos hace pensar que la mayoría de los votos que obtiene no vienen de la abstención, si no que de votantes de otros partidos.
Haciendo números vemos la ganancia o pérdida de votantes de los distintos partidos entre las elecciones de abril y noviembre de 2019:
Se puede deducir que la mayoría de los votantes que obtiene Teruel Existe provienen del espectro político del centro o centro-izquierda. Si tenemos en cuenta que la abstención aumenta, que los partidos que más votantes pierden son los de la izquierda, suponiendo que el sector más progresista de C´s se pasa a Teruel Existe y la otra parte a los partidos de derecha o a la abstención; nuestra deducción parece cierta, ya que los votantes que pierde el PP son prácticamente los mismos que gana Vox. De nuevo, hay que tener en cuenta que esta deducción no es categórica, y que muchos votantes de esos partidos no tienen porqué haber realizado el mismo movimiento que se refleja en las tendencias que señalo.
Sin embargo, podría tener sentido. Como hemos observado, las propuestas de Teruel Existe tienen cierto carácter progresista, de trasversalidad y sostenibilidad; lo que apela al votante de centro y al descontento. De hecho la plataforma “Revuelta de la España vaciada”, lugar en torno al que se agrupan todas las organizaciones que podrían dar el salto a formación política, presenta un modelo de desarrollo que muestra las características mencionadas; vertebrándose en la lucha contra la despoblación y el incentivo de las políticas territoriales.
Por ello, una opción jienense se vertebraría siguiendo estas directrices, atendiendo los problemas comunes de estas regiones y puntualizando en las peculiaridades de la provincia; como ya vienen haciendo. Aunque dependiendo de como evolucione el contexto hasta 2023 y teniendo en cuenta que los porcentajes de voto válido en Jaén en las últimas elecciones varían un poco a los existentes en Teruel antes de la aparición de Teruel Existe, quizás podríamos observar ciertos matices o ciertos ajustes para contentar al votante de centro-derecha o más conservador.
Todo ello tampoco quiere decir que el descontento en Teruel o Jaénprovenga solo de sectores de centro izquierda, ya que es nítido que viene de todo tipo de personas. Si que podría señalar que la fidelidad de voto en este espectro ideológico es menor, o que en los votantes más conservadores priman otros temas o valores que superan lo regional.
Teniendo en mente el contexto de la provincia, el éxito y la movilización presencial y online que están teniendo estas plataformas, y el precedente de Teruel Existe; se podría decir que existen altas probabilidades de que un partido regional pudiera entrar al Congreso de los Diputados por Jaén.
¿Qué podría suponer la entrada de este tipo de partidos al Congreso?
¿Quién no conoce a alguien que cree que al votar está votando a Pedro Sánchez, Pablo Casado o Pablo Iglesias? Muchísima gente no sabe el nombre de los representantes que se han presentado por su provincia, al igual que tampoco es consciente de que con su voto está eligiendo a éstos y no a los líderes de partido. Todo ello es consecuencia de la mala pedagogía que se ha hecho sobre cómo funciona nuestro sistema electoral, y que en última instancia, tampoco es culpa de los votantes.
Cuando votamos en unas elecciones generales tenemos en mente que vamos a votar al partido o al líder que nos gusta, concepción que tiene unos costes. Los representantes que son elegidos por nuestra circunscripción han sido elegidos por ir en la lista de X partido, por lo que su compromiso es con el partido que le ha incluido en las listas y no con los electores que les han confiado su voto. A ello se le suma la disciplina de voto, que obliga al diputado a votar lo que el partido impone, sin importar que sea perjudicial para el electorado que lo ha elegido. Luego aparecen las promesas incumplidas y los desequilibrios territoriales.
Sin embargo, si votamos a un partido que específicamente se preocupa por las necesidades de nuestra circunscripción, la única motivación que puede tener un representante para volver a ser reelegido es intentar cumplir con las promesas que ha realizado a su electorado; puesto que no le va a venir impuesta una postura desde Madrid y no debe su asiento a ningún partido. Además, esto podría traer otra consecuencia: conocer mejor o simplemente conocer a los representantes que nosotros estamos votando; y no guiar nuestro voto por los líderes que se presentan por otras circunscripciones. La cercanía y la vinculación con los representantes, debido a que comparten las mismas preocupaciones, podría cambiar los patrones por los que nos guiamos a la hora de depositar nuestro voto. No solo eso, si no que muchos votantes también emiten sus votos en clave a otras temáticas que no afectan al lugar donde votamos directamente, como podría ser el independentismo o la inmigración. Podría ser que muchos votantes cambiasen su forma de votar, primado los temas que les afecta de manera más cercana.
Principales críticas
Frente a estas plataformas y sus planteamientos se presentan una serie de críticas muy básicas y fáciles de contradecir. - Se trata de una revuelta cantonalista, cuyos partidos se limitarán a pedir únicamente su parte del pastel. - No defienden un interés común para España. - Complicaría la gobernabilidad del país.
Necesariamente no tiene por qué suponer ninguna de las afirmaciones que acabamos de presentar. A pesar de tratarse de distintos partidos presentándose en distintas circunscripciones electorales, son movimientos que giran en torno a un problema común y que traen soluciones conjuntas, aunque posean sus peculiaridades. Se agrupan en torno a la plataforma “Revuelta de la España Vaciada”, por lo que están coordinadas y se rigen por la solidaridad de unas regiones con otras.
Es legítimo que el interés de tantos españoles y tantas regiones pueda tener su oportunidad de representarse en el Congreso y de exigir soluciones a los problemas que durante tantos años han sido olvidados, e incluso acrecentados con las acciones de los gobiernos. Si alguien no ve en ello un interés común para el conjunto de los españoles es que entiende que esta parte del país no forma parte del mismo, venga de donde venga.
Además, no supone que estos partidos tengan que ser insolidarios con aquellas regiones que no formen parte de la España vaciada. Es también importante no olvidar que el país es mucho más amplio que esta parte de España y que el deber es ser responsable con el conjunto. Evidentemente, no niego que el egoísmo o la venganza pueda tomar el mando en alguno de estos partidos en algún momento concreto, pero ahí debe de estar el resto para impugnarlo y recordarle para qué están en esto.
Por último, lo normal sería que la gobernabilidad se viese afectada. Sería necesario poner de acuerdo a más actores políticos para establecer un gobierno, pero para eso se supone que estamos dentro de una democracia madura. Debería suponer un fuerte ejercicio democrático, de diálogo y de negociación; no necesariamente una sumisión al caos y al enfrentamiento. Pero para ello es necesario que tanto los actores políticos como la ciudadanía estemos a la altura, y si se diera el caso, espero que lo estemos.
Ante situaciones como esta, es cuando nos damos cuenta de que el país es muy diverso y distinto por mucho que algunos se empeñen en negarlo; y que esa diversidad no tiene por qué implicar la exclusión, sino que se pueden construir lazos a través de la solidaridad.
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