Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Capilla ardiente | Objetivo | difuntos | Respeto | Ubicación

​¿Cómo organizar una capilla ardiente?

Responde a dos cuestiones básicas: acoger con seguridad y eficacia el flujo de personas esperado y crear un ambiente de respeto y despedida
María del Carmen Portugal Bueno
martes, 14 de diciembre de 2021, 09:19 h (CET)

La finalidad de una capilla ardiente es facilitar la despedida pública de la persona fallecida. Este adiós social, sin embargo, se debe realizar sin abandonar el ambiente familiar e íntimo de esta realidad tan triste. En este sentido, por capilla ardiente nos referimos a un emplazamiento y no a un acto en sí mismo.


En consecuencia, una capilla ardiente se instala, se dispone o se abre, pero no se celebra, tal y como aclara la Fundación del Español Urgente, Fundéu: «La voz capilla ardiente se refiere a una cámara donde se vela un cadáver o se le tributan honras, de modo que se trata de un lugar, no de un acto».


A la hora de organizar una capilla ardiente, la necesidad principal a cubrir es dar cabida al número de personas que se estima que van a dar su último adiós al difunto. Generalmente las capillas ardientes se organizan cuando el finado es una autoridad o personalidad pública de gran arraigo en la sociedad.


Por lo tanto, las capillas ardientes se instalan en aquellos lugares en donde el fallecido realizaba su vida pública o tenían una relación directa con su profesión. Por ejemplo, la capilla ardiente de Adolfo Suárez, ex presidente de España, se instaló en el Congreso de los Diputados; la del futbolista del Sevilla, José Antonio Reyes, en el estadio de Ramón Sánchez Pizjuán; la del arzobispo castrense, José Manuel Estepa, en la iglesia catedral de las Fuerzas Armadas; y la del tenista, Manolo Santana, en la Caja Mágica de Madrid.


Estos espacios en el ámbito de la organización de eventos son identificados como efímeros. Es decir, aquellos espacios cuya finalidad no es celebrar eventos, pero que por motivos concretos y determinados pueden acogerlos.


En cuanto a los elementos materiales que puede disponer una capilla ardiente son: catafalco, iluminación, sillas, coronas de flores, banderas, crucifijo, reclinatorio y fotografía del fallecido. En el caso de hacer uso de símbolos oficiales, como es el caso de las banderas, es necesario que estén sujetas a su normativa.


En resumen, la organización de una capilla ardiente debe responder a dos cuestiones básicas: acoger con seguridad y eficacia el flujo de personas esperado y crear un ambiente de respeto y despedida.

Noticias relacionadas

Yo creía (torpe de mí) que en pleno año 2025 los rectores de una televisión pública observarían escrupulosamente las normas más esenciales de educación cívica y el respeto exigible para las creencias religiosas de todo el mundo. Pero he comprobado que no es así.

Quien hace hoy negocio con todos es el capitalismo. Aquellos valores de la intelectualidad de la Ilustración, que iluminaron al capitalismo moderno, entre los que merecen ser citados humanidad, progreso, bienestar, derechos, libertades y justicia. Todos pasaron a ser proyectos que más tarde se han ido adecuando a sus intereses mercantiles, a la vez que se iba modelado la mentalidad general.

En los inicios del nuevo año, camino de la Epifanía, emprendo una relectura de Karel Capek, padre de la palabra “Robot” en su obra “R.U.R”, designando así, ya en 1920, hace más de cien años, mediante el acrónimo del título, a las máquinas humanoides por él ideadas, mucho antes de que acuñásemos el sintagma Inteligencia Artificial o de que a nadie se le ocurriese hablar de transhumanismo.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2024 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2024 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto