La Biblia, Josué 24:15 dice: el hombre (nunca citan a la mujer) posee la facultad para obrar según desee, independientemente de si sus decisiones son buenas o malas. Lo hace con la frase «escoged hoy vosotros a quien servir».
Pero en la actualidad, sobre todo los de derechas, ultraderecha y elementos que se dicen demócratas de centro; se contradice a como aparece en su libro sagrado. Para ellos la libertad de las personas es relativa, porque a su vez siguen otros dogmas bíblicos contradictorios, y sobre todo el orden establecido, actuando mediante «sus» vigilantes y ejecutores sean jueces muy afines y Fuerzas del Orden, como gustan en llamar a los represores policiales y manipuladores cuando actúan en su interés, en lugar de servir a toda la ciudadanía, como si la ciudadanía fuese la maldad bíblica según Génesis 6:8, considerándose ellos como los protagonistas en el Génesis 7:1, Yahveh le dijo a Noé: Entra en el arca tú y todos los de tu casa; porque he visto que sólo tú eres justo delante de mí en esta generación.
Mayor cinismo no cabe cuando se definen católicos o ultra católicos, pero se divorcian, mienten y desprecian a los diferentes de pensamiento, raza, condición sexual, sexo (caso Ana Rivas) y honradez, haciendo caso omiso a su referente espiritual según los evangelios de Mateo, Marcos, Lucas y Juan.
Están contra la legalización del aborto, la eutanasia y los derechos individuales (Ley Mordaza), el caso Alberto Rodríguez e Isa Serra. Pero eso sí, perdonan al ladrón de Abu Dabi y la corrupción de sus partidos, pero en contra del salario mínimo para los trabajadores; lo que no llego a entender es la estupidez de sus acólitas, mujeres que ignoran o no saben religión, deberían leer la carta a los Corintios 14:34 y 14:35, en ella sus «macho alfa» incumplen lo predicado por el más dogmático de los cristianos, Saulo de Tarso (tampoco conoció al protagonista de los evangelios).
Todas esas mujeres que apoyan y militan en partidos aceptando sin rechistar a Timoteo 2:11, Timoteo de Éfeso fue el discípulo predilecto de Saulo de Tarso, ¿realmente saben qué predican sus amos?, perdón, sus líderes y santos; cuando realmente son irrespetuosos con los axiomas bíblicos o evangélicos pregonados, dado que les dan la palabra a ellas en el Congreso. Ellas son el claro ejemplo de incultas y sumisas.
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