Afirma la escritora venezolana Dorylú Hernández Blanca que nuestra obra refleja lo que somos. Si tomamos esta frase por cierta, podemos decir de ella que es una persona soñadora y apasionada, muy interesada no solo en contar una historia, sino en el trasfondo de lo que se cuenta. Tal vez por este motivo, su primera obra de fantasía, Los elegidos del fuego, presenta unos personajes que no solo han de luchar contra un enemigo externo, sino sobre todo contra sí mismos.
Tus libros hablan, sobre todo, de fantasía, pero ¿cuál es la tuya?, ¿con qué sueña Dorylú Hernández? Sueño con ver a mi hijo crecer. Sueño envejecer siempre al lado del amor de mi vida. Sueño con que mis historias puedan inspirar y marcar alguna diferencia en la vida de las personas que las lean. Y sueño con vivir lo suficiente para ver a mi país en libertad y a toda mi familia reunida.
Tienes experiencia en los campos de la medicina, la psicología, la educación, incluso el biohacking. ¿De qué manera se refleja esto después en tu obra? Nuestra obra refleja en parte lo que somos. Al menos alguna versión de ello. Cuando escribo, echo mano de algunos de mis conocimientos, visión de la vida y el mundo. Me he valido de la medicina para crear historias de ficción cortas, que giran alrededor de alguna enfermedad (puedes encontrarlas en la sección de relatos de YouTube: @seauscultanletras) y para un nuevo libro que está en proyecto. La psicología te da ventajas a la hora de crear personajes complejos e historias de suspense con abundante tensión psicológica. La educación ha sido útil para mis artículos de divulgación, así como el conocimiento en biohacking, ambos importantes para optimizar la vida de las personas. Una mezcla de todos siempre aparece en mis obras de ficción, muchas veces de forma imperceptible, otras más evidente.
¿Hace falta ser una lectora empedernida para ser buena escritora? Para escribir hay que leer. Y para ser buen escritor, seguir leyendo. Si además eres un lector empedernido por el simple placer de la lectura, considero que es un gran punto a tu favor. Sin embargo, esta es mi opinión. Que cada escritor decida lo que le haga falta y lo que no para crear sus obras, nada está escrito en piedra. Aquello que sea bueno para ti y te dé resultados, pues es tu receta.
Tu primer libro fue Voces de mi tierra, que es un poemario, y después pasaste a escribir fantasía en Los elegidos del fuego, ¿cómo fue esa transición? Siempre he escrito diferentes géneros en simultaneidad, por lo que no puedo hablar de transiciones. Si bien Voces de mi tierra fue el primer libro dado a conocer, por razones puramente sentimentales, la verdad es que otros proyectos del género fantástico se escribieron primero. Mi cabeza funciona con muchas ideas al mismo tiempo, de manera que trabajo en varios proyectos a la vez, tanto de ficción como de no ficción. No sé si es algo bueno o malo, solo que escribo cada vez que puedo según los designios de mi imaginación y mi corazón.
¿Sigues escribiendo poesía? Cada vez que necesito expresar sentimientos, emociones, escribo poesía. La mayoría la reservo solo para mí. Tal vez algún día también la comparta.
En el mercado hay una gran variedad de libros del género fantástico, ¿qué tiene Los elegidos del fuego de especial? Cada libro tiene algo especial, puesto que lleva una parte misma de su autor. En la serie La llave del Caos, cuyo primer libro es Los elegidos del fuego, incluyo una dosis de aventura, magia, misterio, pero creo que lo que realmente la hace distinta es la inclusión de un periplo que persigue el conocimiento interior. Los protagonistas enfrentan enemigos externos, sí, pero también se enfrentan a sí mismos. Hay una historia de lucha entre bien y mal, pero además hay una lucha por la conquista interior, lo que espero inspire y motive a los lectores. Como en casi toda serie, la acción y revelación de los misterios se hace más intensa a medida que avanza, sin embargo, ese componente de crecimiento interior, aunque en menor escala, sigue apareciendo hasta el libro final. Otro aspecto interesante es que la historia está llena de leyendas y hay mucha inspiración en las culturas nativas americanas. Nombres y títulos tomados del quechua, aimara, inca, maya, así como algunas de sus leyendas, ayudaron a crear esta historia.
¿Existe algún sitio que te recuerde especialmente a la Mageia de tu libro? La Mageia de mi libro vive en mi mente y en mi corazón. Es una civilización que basa su poder en la comprensión y el desarrollo del ser, con una sabiduría ancestral ilimitada y respeto por la naturaleza y la gente a la que todos deberíamos aspirar. Pero todo mundo perfecto tiene su Némesis, sus secretos, sus mentiras, y tal vez tiene escrito su final…
Cuéntanos algo sobre futuros proyectos. Para este 2022 planeo la publicación del segundo libro de La llave del caos, El peregrino del infierno, y del primer libro de la serie El príncipe océano, Las gemas de la transformación, otra saga del género fantástico, que se inicia en el fondo del mar, pero que incluye diferentes civilizaciones y una guerra más antigua que el género humano. Además, continuaré trabajando en una interesante historia thriller-fantasía-romance, titulada Séptima puerta, que incluye ángeles, portales, secretos sobre la vida y la muerte, y las jerarquías que rigen el universo, que aún no tiene fecha de publicación. Seguiré difundiendo información de interés en mi blog (doryluhernandez.com) y mi canal deYouTube (@seauscultanletras), con tips de salud y bienestar holístico (mente, cuerpo, alma, espíritu). También seguiré dedicada a otros proyectos no literarios que quiero consolidar durante el transcurso de este año.
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