La sanidad, como “conjunto de servicios gubernativos ordenados para preservar la salud del común de los habitantes de la nación, de una provincia o de un municipio” (RAE), debe priorizar tres principios: La preparación de los profesionales sanitarios, los medios técnicos adecuados y la esfera física de atención al paciente. Sin la coexistencia de profesionales avanzados, de instrumentos adecuados y de habitáculos apropiados, la Sanidad en su conjunto estará coja y no será lo eficaz que la sociedad exige.
Los Profesionales perfectamente preparados se consiguen en las universidades, en la formación continua y en la práctica, en equipo, de la profesión.
El Material médico, ya sean equipos técnicos o medicinas actualizadas, deben ocupar un apartado relevante en el Ministerio correspondiente.
Las Instalaciones generales, para la asistencia sanitaria, deben estar en consonancia con las exigencias sociales y estar contempladas en los Presupuestos Generales.
Tras esta aburrida exposición debemos entrar a analizar la definición del concepto “Sanidad” en su núcleo esencial: “servicios… para preservar la salud”. Preservar la salud es investigar el campo de la sanidad, es practicar la medicina asistencial según los códigos éticos y es luchar con todos los medios posibles para evitar la muerte y o el sufrimiento innecesario de las personas.
Los Gobiernos tienen las responsabilidades que les corresponda, cuando legislan sin tener en cuenta esos principios, derivados del concepto SANIDAD. La sociedad tiene, también, la responsabilidad de la EXIGENCIA SOCIAL ante las autoridades. Las personas, en concreto, son responsables de la PERMISIVIDAD, sobre ellos como pacientes, de actuaciones médicas no aceptadas por la ética individual. ¡Atención!, los “grupos de presión sociales”, tienen una mayor EXIGENCIA por ser la VOZ PÚBLICA del pueblo llano.
¿Quién dirige y conforma una Ley, ideológicamente feminista, en la que penaliza en “género”, porque SÍ; no respeta el Código Ético de los Profesionales Sanitarios, porque SÍ; permite la mala praxis de los intervinientes en los procesos del aborto, informes de psicólogos, visto bueno de los médicos responsables, falta de acta de actuación del médico interviniente, porque SÍ? ¿Alguien ha presenciado en proceso por el que deben pasar cualquier persona que desee abortar? ¿Alguien ha visto cuánto tarda un psicólogo en reconocer a esa persona y dar el visto bueno?... No más de 5 minutos. ¿Alguien ha estado presente en la entrevista posterior con el médico responsable?... Otros cinco minutos. Nada más, a espera de ser intervenida… Una pantalla “hipócrita” le impedirá ver nada. ¿Alguien ha visto en el monitor del médico que practica el aborto, cómo mueve las manitas el “no nacido”, cómo intenta no ser “absorbido”, “triturado”? ¿Alguien ha visto cómo se recogen los restos en bolsas más o menos de basura y… al contenedor correspondiente?
Esos seres indefensos ¿qué derechos tienen?, señora ministra de Igualdad.
Ahora los Profesionales son “amenazados” por sus “Señorías” con posibles delitos de violencia de “no sé de qué...”; me figuro que alguna persona, bien pagada, le habrá dicho el nombre, ya que por sus conocimientos no creo sea capaz de pronunciar tanto tecnicismo. Ahora, ustedes, mediadores de la mediocridad, ponen en tela de juicio el derecho a la “OBJECCIÓN DE CONCIENCIA DE LOS PROFESIONALES SANITARIOS”. ¿No tienen esos profesionales la obligación de “preservar la salud”?
Quiero entender los problemas de las mujeres violadas… Quiero entender que el Estado medie para equilibrar el futuro de la violada… Quiero entender que la mujer violada no quiso procrear… Todo eso lo entiendo, pero, igualmente, pienso que puede haber muchos otros medios para solucionar estas situaciones, por ejemplo, que el Estado pueda hacerse cargo de esos niños y ofrecerles en adopción…(sé que es una idea muy simple, que deberá desarrollar la Justicia).
La vida es sexualidad, “comunicación creativa, expansiva de uno mismo”, pero todo tiene su ritmo, lo imparte la propia naturaleza, la “inteligencia objetiva”, nunca los principios de parte con falsedades en origen.
Sería conveniente, como reflexión personal, como reflexión educativa, como reflexión familiar, sentarse a ver, sin prejuicios, la película “UNPLANNED” (Netflix – Amazon Prime).
La IGUALDAD, como principio democrático, no puede, ni debe ser manipulada por ideologías de género, en muchísimos casos “masturbadoras de intereses”. Ministerios de IGUALDAD con dos únicas banderas, la del poderoso “poder fáctico LGTB” y la de “FEMINISMO”… ESA ES LA IGUALDAD DE LA SEÑORA Montero. IGUALDAD, EQUILIBRIO, LIBERTAD… jamás el “partidismo interesado y fraudulento”
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