Cuando se consigue acceder al contacto más directo, la realidad, te hace cambiar de opinión en la mayoría de las ocasiones. Puedes sentirte más lejano o más cercano del personaje con el que hemos realizado la entrevista. Le encuentras más joven o más viejo; más guapo-a o feo-a; más cercano o más estirado, etc. Con motivo de la visita de la Reina Emérita Doña Sofía a las instalaciones de Bancosol, fui invitado a dicho acto con la misión de explicarle el trabajo solidario que realizamos desde la A.B. el Biberódromo.
La corta entrevista, de unos tres minutos, la ocupó su Majestad en interesarse por nuestras actividades, el número de beneficiarios de las mismas y como obteníamos los alimentos que repartimos. Pero no fue de una forma protocolaria ni superficial. Se entero a fondo de nuestro trabajo y acabó agradeciéndonos sinceramente el mismo. Me pensaba que su visita iba a ser como la de muchos políticos en campaña, que vienen demostrando su desconocimiento y su nulo interés por el tema una vez hayan pasado los comicios. Una experiencia extraordinaria que me ha permitido valorar el trabajo de nuestra reina emérita y la atención que dedica a los más necesitados de nuestra querida España. En estos tiempos en los que se aprovecha cualquier ocasión para denostar a la institución monárquica, me siento obligado a manifestar mi más sincero homenaje a una Reina que ya tiene una edad –pero que se nos presentó magníficamente vestida y con un aspecto formidable- y que aguantó estoicamente las dos horas que duró su visita a Bancosol. Mi madre, q.e.p.d., era una ferviente monárquica. A mí me ha ganado esta gran señora que me ha hecho reconocer su gran calidad como persona y como Reina. Es de justicia reconocerlo. Una extraordinaria representante del segmento de plata que sigue realizando sus labores como si estuviera en plena actividad.
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