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El hilo del collar: Correspondencia

Reseña literaria en torno al epistolario de Gustave Flaubert, publicado por Alianza Editorial
Ana Alejandre
jueves, 17 de marzo de 2022, 09:26 h (CET)

El epistolario de Gustave Flaubert, publicado por Alianza Editorial, es muy oportuno en el segundo centenario del nacimiento del escritor francés. Para poder entrar de lleno en la correspondencia flaubertiana que forma este volumen que lleva el título de El hilo del collar: Correspondencia compuesto por 4.000 cartas que abarcan desde1833, cuando Flaubert tenía doce años y escribe a su amigo Ernest Chevalier, y finaliza en 1880, año en el que el autor de Madame Bovary le escribe a Guy de Maupassant, cuatro días antes de morir Flaubert en Ruan. Este epistolario ofrece un retrato veraz del hombre, además del escritor.


EL HILO DEL COLLAR

Y ese retrato epistolar completo,  presenta a un Flaubert en todas sus facetas humanas y caracterológicas, muchas veces contrapuestas, como son la del hombre colérico, filosófico, exaltado, taciturno y a la vez apasionado en su expresión amorosa, vicioso, pero también moralista a veces, intelectual y burgués, sin medias tintas, que escribía, vivía y amaba de esa misma forma total, exacerbada y exaltada, que tenía grandes ideales y muchas utopías, al que le atraía el pasado, pero temía al futuro, porque, también ,sentía un gran desprecio por la sociedad de su época  y criticaba ferozmente a  sus contemporáneos.


Algunos estudiosos de la obra de Flaubert consideran que su correspondencia constituye el mejor epistolario de un escritor del siglo XIX. En este libro se divide la cronología de las cartas en diversos períodos importantes en la vida de su autor. Todo el epistolario es un agradable viaje porun vasto territorio que representa la personalidad compleja y fascinante del escritor, además de que permite conocer la intimidad de Flaubert.


Desde que se inicia hasta que finaliza dicha correspondencia se encuentran en esas cartas todos sus avatares, deseos, ilusiones, preocupaciones, amores y desamores, ilusiones y desengaños, las fobias y las fieles de este escritor insigne. Además, se encuentran bien reflejados los personajes con quienes se escribía, sus teorías literarias, su desprecio hacia la imbecilidad de la sociedad y sus preocupaciones políticas, pero siempre con un tono calmo y sosegado, como si estuviera de vuelta de todo.  


También aparece reflejado su lado más lúbrico, sus descripciones de los burdeles de Oriente, sus amoríos menos convencionales. Todos estos aspectos crean un gran mosaico donde aparecen perfilados diferentes personajes desde aristócratas a burgueses provincianos, desde vividores parisinos a mujeres de dudosa reputación, sin faltar escritores prestigiosos como Víctor Hugo, Émile Zola, Charles Baudelaire, George Sand o Iván Turguénev, pero también aparecen escritores fracasados o aspirantes a literatos.


Pero en el apartado de mujeres, también mantenía correspondencia con muchas de ellas, pero siempre con las características de ser inteligentes, cultas y, algunas, también escritoras Entre ellas se pueden citar los nombres de Louise Colet, además de la ya citada George Sand, y Marie-Sophie Leroyer de Chantepie y con otra mujer no escritora como era Leonnie Branne, viuda de un periodista de quien se enamoró, de cuya correspondencia se conservan 123 cartas de las dirigidas a ella por Flaubert. Aunque no se sabe bien cuál era la naturaleza de su relación, pues no hay datos que confirme que fuera amorosa o simplemente una amistad. Con sus corresponsales femeninas se explayaba con más facilidad que con los hombres. El escritor, cuando se dirige a ellas, pone de manifiesto que no tenía una gran idea de sí mismo ni mejor que la que tenía de sus semejantes.


El traductor y antólogo de esta obra, Álvarez de la Rosa, realiza una excelente labor, pues por su buen hacer el lector puede leer el epistolario como una grandiosa novela de aquella época y, además recomienda, en el Prefacio de la obra a los posibles lectores, que lean esta obra  en un momento de calma  y sosiego emocional, ya que la lectura de estas cartas puede llevarle,de la mano de Flaubert, hasta el abismo de la condición humana, a través de la sonoridad de su lenguaje, de la expresión de sus sentimientos con osadía y sin tapujos, de su sensación de farsa y tragicomedia que supone la vida y de una lección de insobornable sabiduría y libertad de pensamiento.


Este gran epistolario sirve de radiografía del escritor y del hombre, con sus contradicciones, apasionamiento, su búsqueda incansable del estilo literario tal como lo concebía, en todos sus claroscuros de hombre y escritor que le hace incomparable, porque a través de sus obras y de este epistolario, que es también obra suya, bulle la vida en todo su esplendor, en toda su luz y oscuridad, gracias a su talento narrativo, su apasionada y compleja personalidad  que le ha otorgado su pátina indeleble que perdurará siempre, vivificando su abra literaria, expresión de sus propias ideas, pero en la que siempre aparece además de su talento, su corazón de hombre en el que cabía de todo menos la mezquindad y la mediocridad, Flaubert está vivo en su epistolario como los sigue estando en toda su obra y sin fecha de caducidad alguna.


El hilo del collar: Correspondencia

Gustave Flaubert

Traducción: Antonio Álvarez de la Rosa 

Alianza Editorial, 2021, 672 pp.

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