Educo, como miembro de la Alianza ChildFund, está trabajando para poder cubrir las necesidades de 47.000 niños, niñas y mujeres en Moldavia y Ucrania. Además de distribuir productos de primera necesidad, la organización está centrada en asegurar la protección y el bienestar de la infancia, así como su educación.
En Moldavia, país de acogida de refugiados ucranianos, Educo tiene previsto atender a 21.000 niños, niñas y mujeres en el cruce fronterizo de Palanca, uno de los ocho puntos de entrada al país. Allí establecerá cuatro centros para que las personas refugiadas tengan alojamiento temporal, aunque el número se ampliará en los próximos meses. En estos centros se les facilitará productos básicos de alimentación e higiene, también para los bebés, como pañales. Los niños y niñas contarán con espacios de protección especialmente habilitados para ellos, en los que se llevarán a cabo actividades en grupo, como juegos o deporte, y donde el personal de la organización podrá identificar si están sufriendo algún tipo de abuso. “Hay que asegurar que la infancia tenga un espacio seguro para evitar que caigan en manos de redes mafiosas que aprovechan este tipo situaciones o que sean víctimas de cualquier tipo de violencia, como ya hemos visto en otros países donde desarrollamos nuestro trabajo. Además, en cualquier contexto de emergencia, los niños y niñas necesitan un lugar en el que se siga garantizando su educación, entendida de manera amplia. En estos espacios participarán en actividades de ocio y juego, se relacionarán entre ellos y se les dará apoyo psicosocial para manejar las emociones y el sufrimiento que están viviendo. Necesitan ser escuchados y recuperar parte de esa sensación de normalidad que han perdido desde el inicio del conflicto”; explica la directora general de Educo, Pilar Orenes.
De momento, más de 374.000 personas han cruzado la frontera desde Ucrania a Moldavia. De ellos, unos 50.000 son niños y niñas. Aunque la mayoría de los refugiados sale del país para continuar su viaje hacia otros lugares de Europa, aproximadamente un 30% se queda en Moldavia.
Muchas de las familias que cruzan la frontera no van a volver a Ucrania a corto plazo, principalmente porque sus hogares y su vida allí han sido destruidas. Por eso, las personas refugiadas que quieran quedarse en Moldavia serán reubicadas en casas que están en complejos agrícolas del país. Sin embargo, a aquellas familias que quieran ir a otros países se les dará apoyo económico para cubrir los costes del viaje, como el transporte o la alimentación.
En paralelo, Educo ampliará su actuación en el norte, sur y este de Ucrania, para poder llegar a 26.000 niños, niñas y mujeres. “Actualmente ya estamos dando apoyo a la población que vive en el país y que han perdido prácticamente todo. Sin embargo, estamos trabajando para poder atender a más personas, especialmente en ciudades como Kíev, Leópolis o Mariúpol, de las más afectadas por este conflicto”, explica Orenes. La organización quiere darles refugio en espacios seguros, con lugares especialmente habilitados para la infancia. También a las familias que desean viajar a otras zonas de Ucrania más seguras o fuera del país, para que tomen la decisión con toda la información en la mano. Como ya viene haciendo Educo, se continuará asegurando la alimentación de los niños y niñas y sus familias, así como la distribución de productos básicos de higiene, medicamentos, mantas y ropa de abrigo. Además, Educo continua su proyecto de enseñanza a distancia y apoyo psicosocial a la infancia. Actualmente, más de 200 profesores están ofreciendo clases online a unos 2.000 niños y niñas de entre 6 y 16 años.
Hace ya más de un mes que empezó el conflicto de Ucrania, donde han muerto más de un centenar de niños y niñas. Desde la ONG insisten en pedir el cese del conflicto y en exigir medidas que protejan a la infancia de Ucrania y a sus familias. “En cualquier conflicto armado, los niños y niñas son los más vulnerables. Asegurar su protección pasa por tomar medidas concretas como la creación de rutas seguras para salir de Ucrania, evitar que sean separados de sus familias o seguir los protocolos establecidos por la Unión Europea a la hora de acogerles en un nuevo país”, afirma la directora general de Educo.
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