Gilles Moëc, economista jefe en la gestora AXA IM, realiza un análisis centrado en las elecciones en Francia de las que ayer se celebraró la primera jornada: "la segunda vuelta de las elecciones presidenciales francesas parece una reedición de las de 2017", aunque, como indica "no conviene exagerar las similitudes" ya que “las reservas de votos son menores para la segunda ronda, a menos que la participación aumente significativamente el 24 de abril, y se reparten de manera muy diferente a las de 2017”, comenta el economista, que señala: “ninguno de los dos candidatos puede ganar sin atraer a algunos votantes de la izquierda” ya que "el comportamiento de los electores de izquierda será más crucial que en 2017". Gilles Moëc también comenta que la victoria de Le Pen "podría desencadenar rápidamente una parálisis institucional” en Francia ya que, tal y como explica el economista, "asegurar una victoria para su partido en solitario en junio sería difícil". Moëc afirma que "lo mismo puede ocurrir en el ámbito europeo" ya que "un mayor avance en términos de integración fiscal sería poco realista". Por ello, Moëc advierte: “Esto llamaría la atención del mercado, y la reciente ampliación del diferencial francés sólo sería un anticipo. Si esto coincide con la parálisis política y las divisiones a nivel europeo, París no podría contar con la solidaridad de la UE para hacer frente a la presión del mercado”. Sobre Macron, Moëc comenta que “se convirtió en un 'keynesiano por accidente' debido a la presión de la pandemia y ahora a las consecuencias de la guerra en Ucrania" y añade que "la nueva configuración electoral prolongará este cambio. Esto también hará que se manifieste aún más en el ámbito europeo para defender una mayor integración fiscal y la mutualización de la deuda”. Sin embargo, "múltiples fuerzas podrían tirar en diferentes direcciones dentro de la constelación macroniana", según indica el economista ya que “si bien la obtención de un segundo mandato dependerá de atraer a un número suficiente de votantes de izquierdas, una victoria de escaso margen el 24 de abril no pondría a LREM en una posición fuerte para asegurar una mayoría en las elecciones parlamentarias de junio”.
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