Se han publicado los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), en la que se reflejan datos negativos para el empleo en este último trimestre, donde se pierden 55.700 autónomos y autónomas. Este dato se contrarresta con los interanuales donde se aprecia una subida de 62.400 trabajadores y trabajadoras por cuenta propia. Esta cifra indica que se sigue recuperando los datos del empleo autónomo con respecto al año anterior que fue marcado por la crisis sanitaria derivada de la pandemia, pero que, con la inflación acuciada por la crisis bélica derivada de la invasión de Rusia a Ucrania, la situación para las y los autónomos está siendo cada vez más difícil de sostener. En términos globales el empleo total se ha reducido en 100.200 con un descenso del trabajo por cuenta ajena de 45.700. Lo que lleva al análisis de que la mayor pérdida registrada se habría producido entre los autónomos. Ante estas cifras desde la Unión de Asociaciones de Trabajadores Autónomos y Emprendedores (UATAE) hacen hincapié en que el camino positivo que se ha venido recorriendo durante este último periodo con la recuperación del trabajo autónomo a raíz de la salida de la crisis sanitaria derivada por la pandemia, puede verse afectada si no se actúa con medidas concretas que permitan paliar estos efectos en el conjunto del colectivo.
Como indica María José Landaburu, secretaria general de UATAE, “la crisis energética ha supuesto una gran carga para autónomos y autónomas que han tenido que afrontar unos sobrecostes que en muchas facturas rozaba un incremento del más del 100%” ante esta situación “instamos al Gobierno a impulsar un escudo social energético para autónomos y autónomas”, para Landaburu “el acuerdo alcanzado con la isla energética es un gran paso y va a permitir reducir los costes de la factura de la luz, pero seguimos detectando la necesidad de crear la figura del autónomo vulnerable que permita a las y los autónomos optar a un bono social para reducir así la carga eléctrica de su actividad económica diaria”.
Otro dato representativo para UATAE es el incremento interanual en 57.600 de los autónomos con asalariados contratados. “Este dato sigue confirmando que el trabajo autónomo es una alternativa real con el que poder hacer frente al empleo asalariado, y para que las micropynes puedan seguir operando y haciendo crecer la economía de nuestro país es necesario acelerar y agilizar la puesta en marcha de políticas que vayan en la senda de la construcción de un trabajo autónomo que se implique con la sostenibilidad con el medioambiente, que elimine la brecha de desigualdad y que pueda competir con las grandes empresas a través de la digitalización” y como sentencia Landaburu, “es el momento de adoptar nuevas posiciones que pongan en el centro del tablero de las decisiones políticas al trabajo autónomo”.
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