El mes de mayo inaugura la temporada de bodas en España, aunque desde semanas antes ya aparecen los nervios y dudas sobre el peinado a elegir: trenza sí o no, melena suelta o recogido en un bun, si tocado con apliques de flores o plumas para las invitadas, etc… David Lesur, director de formación en los salones David Künzle nos aconseja al respecto así como Esther González, propietaria de los salones Menta Beauty Place. Por supuesto, tampoco nos olvidamos del novio e invitados masculinos al enlace, sobre los que nos habla César Parra, director de Homine Madrid.
Tanto David Lesur como Paul Tudor, responsables de ambos centros, optan por los recogidos siempre cuidadosamente deshechos, que como reconocen, es como mejor lucen, y también por las trenzas en todas su modalidades, el falso bob ondulado tipo años veinte o las ondas al agua con el cabello hacia un lado, que suele aportar mucho glamour: “La eterna trenza nunca pasa de moda, es un peinado que surge en todas las formas y longitudes (de espigas, deshechas, en corona, planas o abiertas) y para todo tipo de ocasiones, como puede ser una boda. Es un look imprescindible al que podemos acompañar de accesorios, aunque deshechas de manera magistral ya quedan estupendamente, tienen un cierto aire romántico que resulta perfecto para lucir el día de nuestra boda. De todas formas, aconsejo igualmente una melena ligeramente ondulada y trabajada con tenacillas, otro estilo igual de favorecedor” – sugiere David Lesur.
Respecto al bun, un moño tipo bailarina que se puede hacer alto o bajo, Paul Tudor, aconseja no apretarlo demasiado y dejarlo un poco suelto: “Más salvaje y bohemio, desestructurado y casual, para no aparentar demasiado estricta o estirada”. Si elegimos trenza, podemos jugar con múltiples accesorios como horquillas con strass, cristales o diademas. Sobre los tocados y pamelas para el resto de invitadas, los apliques de flores y plumas en bodas de día son perfectos: “También las diademas con apliques de hojas de metal plateadas o doradas y combinados con cristales, aportando un estudiado punto de charme y sofisticación” – destaca Paul Tudor.
¿Y qué pasa con ellos?
Los hombres son los grandes olvidados en las bodas pues toda la atención suele recaer en la novia, lo que no significa que deban ir de cualquier manera: “Los novios suelen tender al clasicismo, la típica raya al lado que siempre queda elegante, pero en los últimos años el hombre ha tendido más a expresar su personalidad también en su cabello, y hoy vemos tupés con los laterales muy cortos a capeados, semirecogidos con moño o coleta en los looks más hípster o los que deciden optar por la comodidad en estos meses de calor con un buen rapado al uno” – nos cuenta César Parra, director del salón de peluquería y barbería Homine Madrid.
En cuánto a las barbas y bigotes, César es tajante: “Si estás acostumbrado a llevar barba en tu día a día, así como bigote, no tiene sentido que renuncies a esa imagen con la que te sientes más cómodo el día de tu boda, pero sí dale una vuelta a tu look, con una barba bien arreglada y quizás algo más rebajada, o prueba algún tratamiento para que esté perfecta todo ese día”.
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