El dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera han alcanzado este año niveles un 50% más altos que en la época preindustrial y son comparables a los que había en la Tierra hace entre 4,1 y 4,5 millones de años.
El CO2 medido en el Observatorio Atmosférico de Mauna Loa (Hawái) llegó el pasado mes de mayo a su máximo anual con casi 421 partes por millón (ppm), lo que empujó a la atmósfera hacia algo desconocido en millones de años, según la agencia estadounidense NOAA (Administración Nacional Atmosférica y Oceánica) y el Instituto Scripps de Oceanografía, de la Universidad de California en San Diego.
Las mediciones de CO2 de la NOAA en la cima de la montaña de la isla grande de Hawái promediaron 420,99 ppm en mayo, lo que supone 1,8 ppm más con respecto a 2021. Los científicos de Scripps, que mantienen un registro independiente, calcularon 402,78 ppm como promedio mensual.
“La ciencia es irrefutable: los humanos están alterando nuestro clima de manera que nuestra economía y nuestra infraestructura deben adaptarse”, apuntó el administrador de la NOAA, Rick Spinrad. “Podemos ver los impactos del cambio climático a nuestro alrededor todos los días. El incesante aumento de dióxido de carbono medido en Mauna Loa es un claro recordatorio de que debemos tomar medidas serias y urgentes para convertirnos en una nación más preparada para el clima”.
ORIGEN DEL CO2 ATMOSFÉRICO
La contaminación por CO2 se genera por la quema de combustibles fósiles para el transporte y la generación de electricidad, la fabricación de cemento, la deforestación y la agricultura, entre otras actividades.
Junto con otros gases de efecto invernadero, el CO2 atrapa el calor que irradia la superficie del planeta, que, de lo contrario, escaparía al espacio, lo que hace que la atmósfera del planeta se caliente constantemente y se desencadene una cascada de impactos climáticos, incluidos episodios de calor extremo, sequía e incendios forestales, así como precipitaciones más intensas, inundaciones y actividad de tormentas tropicales.
Los impactos en los océanos debido a la contaminación por gases de efecto invernadero incluyen el aumento de la temperatura de la superficie del mar, la subida del nivel del mar y una mayor absorción de carbono, lo que hace que el agua del mar sea más ácida, conduce a la desoxigenación de los océanos y dificulta la supervivencia de algunos organismos marinos.
Antes de la Revolución Industrial, los niveles de CO2 fueron consistentemente de alrededor de 280 ppm durante casi 6.000 años de civilización humana. Desde entonces, los seres humanos han generado aproximadamente 1,5 billones de toneladas de contaminación por CO2, gran parte del cual seguirá calentando la atmósfera durante miles de años.
“DEPRIMENTE”
Los niveles de CO2 son ahora comparables al Óptimo Climático del Plioceno, hace entre 4,1 y 4,5 millones de años, cuando estaban cerca o por encima de las 400 ppm. Durante ese tiempo, el nivel del mar era entre 5 y 25 metros más alto que el actual, como para ahogar muchas de las ciudades modernas más grandes del mundo. Algunos estudios indican que grandes bosques ocupaban la actual tundra ártica.
“Es deprimente que nos haya faltado la fuerza de voluntad colectiva para frenar el aumento implacable del CO2”, recalcó Ralph Keeling, del Instituto Scripps de Oceanografía, quien agregó: “Es posible que el uso de combustibles fósiles ya no se acelere, pero todavía corremos a toda velocidad hacia una catástrofe global”.
A pesar de décadas de negociación, la comunidad global no ha podido reducir significativamente, y mucho menos revertir, los aumentos anuales en los niveles de CO2 atmosférico. “El dióxido de carbono está en niveles que nuestra especie nunca antes había experimentado; esto no es nuevo”, indicó Pieter Tans, científico principal del Laboratorio de Monitoreo Global de la NOAA, quien concluyó: “Hemos sabido de esto durante medio siglo y no hemos podido hacer nada significativo al respecto. ¿Cuánto nos va a costar despertar?".
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