En 1887 L. L. Zamenhof publicó el primer libro sobre el esperanto. Por eso celebramos anualmente el 26 de julio, la fecha de esa publicación, como el nacimiento de la lengua internacional esperanto. Zamenhof soñaba con un mundo donde los pueblos pudieran conocerse y comunicarse libremente sobre una base neutral: “Aún son muy altos y gruesos los muros que separan a los pueblos; contra esos muros batallamos.” Sin embargo, después de 135 años y a pesar del trabajo de Zamenhof, esos muros se mantienen altos y gruesos.
La desigualdad entre las lenguas es uno de esos muros. La lengua es algo omnipresente en nuestra vida diaria, es la herramienta fundamental para la relación humana, aunque normalmente no pensamos en ello. Por esta razón, también festejamos el Día del Esperanto como el día de la justicia lingüística.
Nuestra asociación difunde e impulsa el esperanto, no sólo por ser la herramienta apropiada para la comunicación internacional, también porque nos acerca de manera pacífica. Para nosotros, el espíritu del esperanto es la amistad y la justicia entre todos los pueblos. Ligamos este espíritu con los fines de Naciones Unidas y de la UNESCO.
La diversidad lingüística es una de las riquezas del mundo. Por eso saludamos especialmente la Década Internacional de las Lenguas Indígenas, iniciativa de la ONU y la UNESCO. La Década será el tema del 107º Congreso Universal de Esperanto, en Montreal del 6 al 13 de agosto de 2022. La protección y el impulso de las lenguas y culturasindígenas es esencial para nuestra reconciliación con La Tierra y sus diversos habitantes.
Mediante una reciente resolución, la Asamblea General de Naciones Unidas enfatizó otra vez la importancia del multilingüismo y el respeto por las lenguas del mundo. No basta con instruir al mundo a través de los grandes idiomas; hay que escuchar las voces de los más pequeños. Aquí está el papel del esperanto, como enlace entre todos los idiomas del mundo.
Solamente el más extenso diálogo entre todos los pueblos del mundo, mediante el multilingüismo y el esperanto, permitirá alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, renovar el multilateralismo, y seguir las palabras de Zamenhof: “Romped, romped los muros entre los pueblos.” En este sentido, construyamos la paz a través de los derechos humanos y el desarrollo para todos, y hagámoslo con espíritu de colaboración y amistad.
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