Nacido de las clases altas desde el siglo XIX, el ideal del amor romántico supone un cambio trascendental: el amor y el matrimonio van juntos y se pone más énfasis en las emociones que en el placer físico. El romanticismo exalta los ideales de la familia conyugal como garantía del orden y la estabilidad social, con una separación absoluta de los roles del hombre y la mujer, esta última dedicada a la belleza, a los hijos y al hogar.
Mientras, los sectores obreros cuestionaban los ideales de familia conyugal pidiendo un amor libre. El ideal romántico está ampliamente representado en la literatura, la música, la pintura y el resto de las artes de la época.
La doble moral El ideal de amor romántico tenía el contrapunto en cierta permisividad para los placeres masculinos extramatrimoniales. El recurso a la prostitución era frecuente para la iniciación sexual del hombre, o para desahogar sus pasiones, a expensas de muchas mujeres con pocos recursos que se veían obligadas a ejercerla. Las calles (como en el Barrio Chino de Barcelona), los burdeles más refinados y los meublés eran el lugar secreto de muchas relaciones y placeres.
El día más feliz Con el romanticismo, los rituales de matrimonio alcanzan su plenitud. Las clases altas reinventaron los rituales que después acabaron extendiéndose a todos los sectores sociales. Los vestidos de novia fueron abandonando el negro que caracterizaba a las bodas en la sociedad campesina para convertirse en blancos, como símbolo de pureza y también de vestido hecho especialmente para la ocasión. La novia se convirtió en la verdadera protagonista de la fiesta. Al mismo tiempo, nuevos elementos fueron incorporándose a la fiesta: el pastel nupcial, el deseo de inmortalizar la ceremonia con la fotografía y el viaje de boda.
Hollywood, fábrica de pasiones El cine expresa más que cualquier otro medio las pasiones amorosas. El cine romántico ha difundido los grandes ideales del amor, construyendo su argumento a partir de situaciones como el amor a primera vista, los amores trágicos, los amores apasionados o los amores imposibles. Aunque toda la historia del cine ha estado llena de filmes de amor (el primer beso aparecía ya en 1896 en The Kiss, de William Hesse), fue en los años cincuenta que se desarrolló la época dorada del cine romántico de Hollywood. Películas de suspense, comedias y dramas románticos ofrecían modelos en los que basar idealmente las relaciones amorosas cotidianas.
Los tópicos mitos al amor romántico son social e históricamente construidos y los interiorizamos casi de forma inconsciente, por lo que influyen en nuestras creencias y actos en el ámbito de las relaciones afectivas. Por tanto estos tópicos nos sirven para juzgar qué es aceptable y normal en el enamoramiento o en la pareja y qué es previsible o deseable. Sin embargo, nos generan unas expectativas irreales y nos inculcan un prototipo de relación muchas veces enfermiza.
10 Mitos Amorosos- Media naranja o predestinación : Creencia de que hemos escogido la pareja que, de alguna manera, teníamos predestinada. Surge en la Grecia Clásica como el relato de Aristófanes sobre las almas gemelas y se va intensificando como los atributos del amor cortés y el romanticismo.
- Exclusividad : El amor sólo puede sentirse por una persona a la vez.
- Matrimonio o convivencia : El amor conduce al matrimonio y es la base de éste.
- Omnipotencia : El amor puede todo y, si hay verdadero amor, los obstáculos no deben influir sobre la pareja.
- Perdurabilidad o pasión eterna : El amor pasional de los primeros meses de relación amorosa debe continuar siempre.
- Fidelidad : El amor comporta que siempre seas fiel a tu pareja.
- Libre albedrío : Los sentimientos de amor son libres y no están influidos por valores sociales, biológicos o culturales ajenos a nuestra voluntad.
- Equivalencia de amor y enamoramiento : Si desaparece la pasión, es que se ha terminado el amor.
- Emparejamiento : La pareja es natural y universal en todas las épocas y culturas.
- Celos : Es el indicador del amor verdadero.
All you need is love... La revolución sexual y amorosa En los años setenta, la familia conyugal y los antiguos modelos románticos –hasta entonces reinantes– empezaron a cuestionarse. Los movimientos hippies y alternativos reivindicaron un amor libre y sin apremios, junto con una sexualidad más abierta y permisiva, que luchaba por unos derechos sexuales que se desarrollaron durante la transición democrática. La aparición de la píldora y de los anticonceptivos hizo posible un control de la natalidad más efectivo y desató la sexualidad de la reproducción.
Se abre la puerta a unas relaciones más libres e igualitarias con la pareja, con el deseo de salir de las normas del amor romántico.
Hoy en día se utilizan los términos ligue, rollo, follamigo, follamiga, de un día, de más... pareja monógama (donde el vínculo afectivo y sexual es sólo entre dos personas), pareja de relación abierta (cuando se acuerda tener relaciones sexuales fuera de la pareja ), poliamor (cuando tenemos relaciones afectivas y sexuales con más de una persona), pareja a través de las pantallas... Porque cada relación es única.
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