Habló en vos baja.
La olas de esta montaña realística recorren sibilinamente con caricia el alma limando paulatinamente el muro del corazón, y las arterias, como territorio de caminos, insondables, ahora donde se desplazan la sangre, ardiente de la liberación, siendo el eje de un evidente muro, en esta lluvia de desesperación tenaz, que mañana será un cadáver insepulto, depositado en el fondo del olvido para los desleales, dónde el mar, la misma realidad y Dios se encargará, de hacer noble justicia. Atentos. Ya viene el baile. La fiesta iniciará, que no desmerece no asistir. Fiesta es fiesta, hay que disfrutarle, pues esa será nuestra "Gloria" haber vencido este mundo protervo en parte, y con paz profunda, y en el regocijo de la tranquilidad será otra día para oír tu noble y dulce acento en la emoción, así se arrodillará el pensamiento cortés y descortés, para, que, el corazón y sus arterias al escucharte sea un canto virgen semejante a un rumor, como cuando la “alondra” canta que,siendo su dulce vocecita, con plácidas notas musicales al oído y complacido en el pecho de los días prendió el broche de las victorias ante biselado espejo cotidiano donde se ve hasta lo más ínfimo de este mundo.
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