Después de las pasadas elecciones generales del 20D, España ha quedado de tal manera fragmentada que la posibilidad de formar Gobierno se encuentra muy lejos de la realidad.
Aunque el PP ha sido el Partido elegido por la mayoría de los ciudadanos, ya que ha conseguido un total de ciento veintitrés escaños, no han conseguido los ciento setenta y cinco que son necesarios para alcanzar la mayoría absoluta, por lo que no son suficientes para gobernar sin ayuda de otros partidos.
Los resultados del PSOE han sido los peores de su historia, ya que sólo ha obtenido noventa, por lo que tampoco se haya en situación de mandar sin la concurrencia de otras formaciones políticas.
Podemos con sesenta y nueve, se encuentra en la misma situación, al igual que Ciudadanos que sólo ha obtenido cuarenta.
¿Con qué nos encontramos pues? Nos hallamos en un estado de confusión y desorientación parecido a lo que nos narra Ludovico Ariosto en su Campo de Agramante, donde todos pugnaban por la preeminencia sobre los demás, sin llegar a algún acuerdo con el agravante de que tampoco tenían intención de ello.
Nuestros políticos carecen de grandeza de miras y sólo aspiran a lo más inmediato sin tener en consideración lo que realmente necesita España y los ciudadanos clamamos por ello.
Lo más importante para nuestra Patria y nuestro bienestar es:
-Mantener la unidad de España.
-Luchar contra el desempleo.
-Conservar los pactos con la UE y con el resto de las naciones que no pertenezcan a ella.
Y no menos importante que los mencionados es erradicar la pestilencia hedionda de la corrupción que asciende desde las sentinas de todos los partidos políticos.
Pero, hete aquí que estos politicastros, no se merecen mejor palabra, que desean regir el destino de los españoles, no logran llegar a una concordia para conseguir la buena gobernabilidad de España.
Pedro Sánchez, si procurase nuestro bien, debería dejar a un lado el encono y rencor que siente hacia el PP y ambos podrían formar una coalición que, manteniendo aquellos principios a los que no puedan renunciar, sin embargo llegasen a acuerdos, aunque fuesen puntuales, que solucionasen las carencias que padecemos los españoles.
Pero da la impresión de que los Socialistas creen que son los únicos que pueden gobernar en España como si de una propiedad particular se tratase, y no de una Democracia, en la que todos los partidos que consigan el apoyo de los ciudadanos tienen derecho a regir los destinos de la misma.
No deberemos de olvidar cuál fue la etapa final de Felipe González y de Zapatero que nos dejaron en unas circunstancias lamentabilísimas de las que nos hubo de sacar el PP.
Pedro ha viajado a Portugal para poder copiar la coalición de izquierdas que rige este país. Podría haberse ahorrado el viaje si hubiese dado un repaso a la Historia y se hubiera empapado de lo que fue el Frente Popular anterior a nuestra guerra fratricida.
Podemos ha quedado en un tercer lugar por lo que tampoco puede aspirar a mandar en España.
Parece ser que ha suavizado un poco sus posturas radicales anteriores, pero sólo es que se han puesto encima la pelleja de cordero para disfrazar sus apetencias lobeznas. La cabra siempre tira al monte, así que, por mucho que hagan, no podrán deshacerse de sus tendencias comunistoides, ni de su deseo de acabar con el sistema por el que nos regimos, implantando, lo han dicho muchas veces sus dirigentes, una especie de república de repúblicas o reinos de taifas como en los que quedó dividida Al Andalus después de la fitna o disolución del califato ocurrida en el año 1031.
Su intención de implantar un comunismo al estilo del que rige en Venezuela no lo puede disimular.
En el poema de Miguel Hernández, Sonreídme, se encuentran los versos que cito y que reflejan claramente las tendencias de estos vendedores de humo:
Los notarios y los registradores de la propiedad
Caen aplastados bajo furiosos protocolos.
Miguel Hernández con ellos manifiesta su anhelo de acabar con la propiedad privada, por ello quiere eliminar a los notarios y registradores de la propiedad que son los fedatarios de que un bien pertenece a una persona determinada.
Esta es la tendencia final a la que aspirar los componentes de Podemos. Lo han manifestado en alguna que otra ocasión.
Ciudadanos no acaba de definirse y, aunque formase coalición con el PP, todavía no se conseguiría la mayoría para poder gobernar.
¿Quién podrá sacarnos de este laberinto?
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