Esta semana, un gran jurado de Houston presentó una acusación que provocó sorpresa. Se le había encomendado la investigación de videos que aparentemente dejaban al descubierto que la organización especializada en planificación familiar y derechos reproductivos Planned Parenthood vendía partes del cuerpo de fetos abortados. El gran jurado no halló actos ilícitos por parte de Planned Parenthood. En cambio, acusó a los productores David Daleiden y Sandra Merritt, de la organización contraria al aborto The Center for Medical Progress, de alterar registros gubernamentales, un delito grave.
Por otra parte, esta semana tuvo su presentación pública otro video; en este caso es uno que muestra de manera precisa la amenaza que se cierne sobre los derechos reproductivos de la mujer en todo el país. “TRAPPED” (“Atrapadas”, en español) es un conmovedor documental que se estrenó el domingo por la noche en el Festival de Cine de Sundance aquí, en Park City, Utah. El documental evidencia de qué manera la aprobación en varios estados del país de las llamadas “leyes TRAP”, que imponen reglamentaciones selectivas sobre los centros de salud que practican abortos, implica un ataque al acceso al aborto legal y seguro para las mujeres estadounidenses. Las “leyes TRAP”, sigla que en inglés significa “trampa” o “atrapar”, han proliferado desde que el Tea Party arrasara en las legislaturas estatales en 2010 y dicen proteger la salud de las mujeres; sin embargo, provocan en realidad la clausura de clínicas de atención de la salud de la mujer. El estreno de la película a nivel nacional coincidirá con el momento en que el derecho de una mujer a elegir si practicarse o no un aborto se enfrente a un desafío crucial ante la Corte Suprema de Estados Unidos, el 2 de marzo.
Dawn Porter es la galardonada realizadora que escribió, dirigió y produjo “TRAPPED”. Mientras se encontraba en Mississippi filmando otra película, Porter se enteró de que en ese estado quedaba una sola clínica donde se practicaban abortos. Decidió entonces acercarse a la clínica, donde encontró al Dr. Willie Parker, obstetra y ginecólogo.
Tras la presentación de “TRAPPED” en el Festival de Cine de Sundance, el Dr. Parker expresó en el noticiero de Democracy Now!: “Hace 21 años que soy obstetra y ginecólogo y 25 años que soy médico. Cuando tomé conciencia de que una de cada tres mujeres necesitará asistencia médica para realizarse un aborto a lo largo de su vida reproductiva y que, de forma desproporcionada, las mujeres de bajos recursos y las mujeres de color tendrán dificultades para acceder a dicha atención, se tornó prioritario para mi garantizar el acceso a esos servicios de salud tan importantes, por lo que regresé a mi pueblo natal de Birmingham para brindar asistencia médica en el sur”.
La película “TRAPPED” sigue al Dr. Parker y a varios otros proveedores de aborto de Alabama, donde se aprobaron leyes TRAP que imponen onerosas modificaciones a las clínicas en que se practican abortos. La mayoría de esas leyes se basan en una legislación modelo redactada por una organización contraria al aborto llamada Americans United for Life. Las mismas obligan a clínicas que proveen el servicio de interrupción del embarazo que funcionan de manera segura y legal a efectuar reformas costosas e innecesarias en sus instalaciones. En muchos casos, las clínicas no pueden financiar la realización de las reformas y se ven obligadas a cerrar sus puertas.
En una escena de la película “TRAPPED”, se muestra al Dr. Parker con una paciente. Parker le está transmitiendo la información que la ley TRAP de Alabama exige que se les haga saber a las pacientes antes de practicarse un aborto:
“La ley me exige que le diga que al practicarse un aborto, puede incrementarse el riesgo de padecer cáncer de mama. No existe evidencia científica que lo compruebe. El estado me exige que le informe que al practicarse este procedimiento existen riesgos de complicaciones. Considero que es bueno conocerlo, al riesgo. El estado me exige que le diga que usted puede presentar hemorragias que podrían poner en riesgo su vida y que puede ser necesario trasladarla a un hospital y recibir una transfusión de sangre. Si usted presentara una hemorragia que solamente pudiera ser contenida mediante la extirpación de su útero, se le practicaría una histerectomía y no podría tener hijos en el futuro. Esos son los riesgos asociados, pero adivine qué. Son exactamente los mismos riesgos asociados a tener un bebé. Lo que quiere decir que no se está enfrentado a ningún riesgo extra en lo que refiere a su salud. Es decir que el aborto es un procedimiento extremadamente seguro”.
En Texas, la ley TRAP —conocida allí como HB2— fue aprobada en 2013. Antes de la entrada en vigor de dicha ley había 40 clínicas de abortos en funcionamiento en Texas. Quedan diecinueve. Una clínica de San Antonio entabló una demanda judicial en oposición a las restricciones impuestas por la ley HB2. Ese juicio, llamado Whole Woman’s Health contra Hellerstedt (anteriormente contra Cole), se presentará el 2 de marzo ante la Corte Suprema de Estados Unidos, cuyo fallo sobre el caso se prevé para el próximo mes de junio.
Los videos editados y manipulados con el objetivo de abatir a Planned Parenthood no lograron su cometido y sus creadores se enfrentan a años de prisión. Si bien “TRAPPED” se emitirá en junio en el ciclo de documentales “Independent Lens” de PBS, se pasará también en cines, con proyecciones comunitarias en simultáneo. Dawn Porter espera que su más reciente película logre involucrar, sensibilizar y movilizar a personas de todo el país mientras la Corte Suprema se encuentre examinando este tema crucial en materia de salud.
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