En 2018, 1 euro podía valer en torno a 1,25 dólares. La libra inglesa, por su parte, tenía un valor en torno a los 1,40 dólares. Ambas monedas de territorio europeo tenían una posición dominante frente a la moneda estadounidense. Sin embargo, durante los últimos meses, los conflictos bélicos y la inflación que se está viviendo a lo largo y ancho del mundo han provocado que sus valores caigan en picado. A día de hoy, un dólar vale lo mismo que un euro, y se acerca al valor de la libra. El dinero pierde valor, y los inversores están buscando alternativas con las que poder moverse con seguridad por los mercados. Eso ha llevado a ojear el sector de las criptomonedas. Durante los últimos años, este campo ha crecido exponencialmente con el auge del Bitcoin, cuyo valor ha llegado a superar los 55.000 euros; como también con ese Ethereum que ha evolucionado para convertirse en el epicentro de los NFT que quieren mover el metaverso más que nunca. La tecnología está tendiendo su mano al capital para construir un nuevo terreno. ¿Hay futuro? ¿Puede ser la dupla btceur clave para los inversores?
El potencial de la inversión en criptomonedas
La volatilidad del sector de las criptomonedas hace que se consideren un valor de riesgo para los inversores. Antes hemos mencionado el valor que ha logrado alcanzar la relación BTCEUR, con ese pico de más de 55.000 euros. Sin embargo, actualmente, esa relación ha descendido hasta los 19.000 euros aproximadamente. Una caída en picado que ha tenido lugar a lo largo de varios meses, pero que en realidad ha puesto de manifiesto un aspecto de lo más interesante. Y no, no es que el Bitcoin pueda servir para generar grandes flujos de dinero a corto plazo, es que, a pesar de su caída, se ha mantenido en un valor elevado. Antes del boom de las crypto, 1 Bitcoin valía poco más de 3.000 euros. Ahora, se ha asentado en casi 20.000. Ha multiplicado por 7 su valor en un plazo de 3 años, y a pesar de una gran caída. Se mantiene ahí, y apunta a mantenerse hasta que vuelva a haber otra subida. Por otra parte, si miramos a otras monedas virtuales tenemos al Ethereum como gran exponente. Este mantiene un ritmo firme y con una tendencia positiva tras su salto a soluciones más sostenibles. Además, su enorme potencial dentro del Metaverso por su relación con los NFT lo convierte en un valor clave en el que invertir para aumentar ganancias. De todo esto, el mensaje más claro que se extrae es que, aunque haya centenares de criptomonedas distintas, las más importantes están demostrando una estabilidad que les confiere un valor crucial de cara a inversores. Su uso se extiende a más terrenos, la legislación empieza a brindarles apoyo a nivel internacional, y todo apunta a su normalización. Esto, en tiempos tan turbulentos como los que se están viviendo a nivel socioeconómico, hace que sean un activo sólido al que trasladar las inversiones para evitar los problemas de la inflación. Son una alternativa ideal.
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