Crédito y Caución ha rebajado al 1,5% sus previsiones de crecimiento del comercio mundial de mercancías en volumen para 2023, frente al 4% que reflejaba su anterior estimación. La revisión a la baja se produce a raíz del fuerte recorte, hasta el 1,7%, de las previsiones de crecimiento del PIB mundial para 2023. Hace unas semanas, la Organización Mundial del Comercio ya anunció que prevé que el crecimiento del comercio mundial se limite al 1% en 2023. "Somos un poco más optimistas que la Organización Mundial del Comercio, pero la tendencia de 2023 parece clara. Sin una mejora seria del entorno geopolítico, es probable que el crecimiento del comercio el año que viene sea frágil en el mejor de los casos, aunque creemos que se mantendrá en territorio positivo", explicó el economista jefe de Atradius, John Lorié.
En Europa, el factor adverso actual más relevante es la guerra en Ucrania, que está provocando un aumento de los precios de la energía, reduciendo el gasto de los hogares y elevando los costes de fabricación. La demanda de importaciones, que impulsa el comercio, también se ve restringida como resultado de la evolución de la inflación, que ha llevado a las intervenciones de los bancos centrales.
La guerra también ha diezmado el comercio entre Europa y Rusia, aunque el comercio entre Rusia y China se ha incrementado considerablemente. No obstante, China tiene sus propios problemas. El planteamiento de Covid cero y la crisis inmobiliaria interna están socavando la demanda y, con el cierre de fábricas en algunas regiones, reduciendo la oferta mundial de bienes. La inflación también está aumentando en Estados Unidos y el endurecimiento monetario está afectando al gasto sensible a los tipos de interés. En otros mercados, los precios de la energía, los alimentos y los fertilizantes están provocando problemas de servicio de la deuda e inseguridad alimentaria.
"La diferencia entre nuestra posición y la de la OMC es mínima. No creemos que la relación entre el PIB y el comercio sea tan elástica como sugieren sus cifras. Estamos de acuerdo en que el próximo año será muy difícil para el comercio internacional", añade John Lorié. La OMC prevé una diferencia del 1,3% entre el crecimiento del PIB y del comercio. La opinión de Crédito y Caución está más en línea con la del Fondo Monetario Internacional (FMI), que prevé un crecimiento del comercio del 2% en 2023 sobre la base de un incremento del PIB del 2,7%. No obstante, hay un consenso generalizado sobre la probabilidad de que la recuperación post-pandémica del comercio mundial se tambalee el próximo año.
Las presiones inflacionistas, los altos precios de la energía y la guerra de Ucrania erosionarán la confianza de los consumidores y limitarán la producción de las fábricas. Hay también factores positivos. Crédito y Caución prevé que la inflación en Europa y Estados Unidos alcance máximos en este periodo para disminuir después. Al mismo tiempo, aunque la guerra en Ucrania mantendrá altos los precios de la energía, la aseguradora no prevé otro shock de precios. Hasta cierto punto, Europa puede aprender a gestionar precios más altos de los combustibles y mitigar sus peores efectos. El único aspecto realmente positivo de acuerdo con el análisis de Crédito y Caución es el alivio significativo de las cadenas de suministro mundiales, especialmente en el transporte.
Emitir previsiones en las circunstancias actuales es una tarea compleja. Un desenlace rápido de la guerra podría mejorar significativamente las condiciones comerciales el próximo año, por muy improbable que parezca en este momento. Por ahora, Crédito y Caución coincide con la OMC en que el comercio mundial se mantendrá en territorio positivo pero caerá fuertemente en 2023 debido al débil crecimiento del PIB, aunque no tanto como prevé la organización.
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