El Observatorio Profesional de Protocolo y Eventos (OPPE) ha redactado una declaración en apoyo al protocolo responsable, humanista y conciliador, abierto a los cambios sociales, respetuoso con las normas y tradiciones, comprometido con el medio ambiente, la equidad de género, la diversidad y cercano a la ciudadanía.
En la declaración se solicita la creación de la Jefatura de Protocolo del Estado, órgano unipersonal desaparecido como tal en el año 1996. En este sentido, se pone de manifiesto la independencia de este órgano con respecto al poder ejecutivo y su competencia legal para generar normas protocolarias.
Así mismo, se exige la actualización y modificación de las normativas relacionadas con el protocolo que «han quedado obsoletas ante el desarrollo del texto constitucional a lo largo de más de cuarenta años desde su promulgación».
Por otra parte, la declaración denuncia el «inadmisible intrusismo que, en ocasiones, aparece ligado a decisiones tendenciosas e intereses alejados de la tarea encomendada al servicio de la ciudadanía en su conjunto». En este sentido, la OPPE pone en valor la formación académica en materia de protocolo, unos estudios universitarios que adquirieron su reconocimiento oficial en el año 2010.
A su vez, la declaración recoge un perfil del profesional del protocolo y del organizador de eventos basado en sus conocimientos en diferentes disciplinas y transversales, trabajo objetivo e independiente, espíritu conciliador, promotor del respeto entre géneros, activista de la lucha contra el cambio climático y defensor de la diversidad.
En este sentido, se reclama el compromiso de las instituciones y organismos públicos a la hora de integrar a estudiantes en prácticas en sus departamentos de protocolo y eventos.
Esta declaración de la OPPE en apoyo al protocolo y a la organización de eventos ha contado con la aprobación de los asistentes al II Congreso de Protocolo y Eventos, promovido por OPPE y celebrado en Mérida en el mes de noviembre.
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