“Lejos los montes duermen envueltos en la niebla, niebla de otoño, maternal; descansan las rudas moles de su ser de piedra en esta tibia tarde de noviembre, tarde piadosa, cárdena y violeta” Antonio Machado
El otoño siempre vuelve con su entrañable mirada poética. La caída de las hojas en la calidez y armonía de sus tonalidades, despiertan sentimientos tan intensos como la nostalgia, la melancolía…, es una época del año que quizás invita a una reflexión más intensa, más espiritual. La llegada del frío y de las primeras gotas de lluvia después del intenso calor del verano, nos sorprende una vez más en esa hojarasca de emociones que nos roba un poco la quietud.
Sin embargo, el otoño siempre nos deleita con sus paisajes tan intensamente coloridos. Dejarnos envolver y seducir por ese natural y espectacular lienzo que solo la naturaleza nos ofrece, puede resultar sumamente enriquecedor. Un bálsamo para el alma.
El mes de noviembre es muy propicio para visitar los pueblos del Valle del Genal, situado al suroeste de la provincia de Málaga (Andalucía, España), entre la Serranía de Ronda y la Sierra de las Nieves, en torno al Bosque de Cobre. Pueblos como Benalauría, Cartajima, Igualeja, Algatocín, Parauta, Pujerra, Júzcar, Alpandeire, entre otros.
El Bosque de Cobre alcanza su mayor esplendor a mediados de noviembre. Fotografía:Teresa Mascarenhas© Noviembre 2022
Desde la segunda mitad del mes de noviembre hasta principios de diciembre es más aconsejable visitar El bosque de Cobre ya que se puede observar como las ramas de los árboles, así como los caminos se cubren de ese colorido que lleva su nombre.
Explorar estos pueblos y sus alrededores con sus fiestas y tradiciones; degustar sus suculentos y deliciosos platos, es todo un lujo que no debemos perder. Recomiendo revisar sus calendarios de festividades en estas fechas.
Nuestra primera parada fue Pujerra, un pueblo pequeño situado al oeste de la provincia de Málaga con unos 300 habitantes aproximadamente. La carretera hacia Pujerra desde que dejamos San Pedro de Alcántara, se convirtió en un largo camino ascendente con multitud de estrechas curvas, pero al fin y al cabo, en buen estado. Mientras subíamos por ese camino al pueblo pudimos disfrutar de unas vistas impresionantes así como de los árboles y las hojas secas acumuladas a ambos lados del camino que embellecían el trayecto y nos reconfortaba al mismo tiempo.
El Bosque de Cobre en Pujerra. Fotografía: Teresa Mascarenhas© Noviembre 2022
Al llegar a Pujerra, había multitud de personas que llegaban continuamente para disfrutar del senderismo o de la fotografía. Una vez allí, nos adentramos en el Bosque de Cobre a través de un sendero situado a unos metros de distancia de la entrada del pueblo, de muy fácil acceso. Por ese mismo sendero hay diferentes rutas, nosotros paseamos un par de horas en una ruta circular entre alfombras de hojas de color rojizo pobladas de ricas castañas, y bajo los hermosos castaños que aún mostraban sus hojas verdes entre las amarillas y rojizas. A nuestro paso se erguían árboles legendarios de más de 400 años. Fue todo un placer poder disfrutar de toda la poesía que emanaba de aquel lugar tan mágico.
Júzcar, un pueblo muy turístico y pintoresco. Fotografía:Teresa Mascarenhas© Noviembre 2022
Nuestra segunda parada fue Júzcar, un pueblo que brilla con luz propia, a unos 18 minutos de Pujerra, conocido como el pueblo pitufo.
El 16 de junio del 2011 tuvo lugar en Júzcar, el estreno mundial de la película de Los Pitufos, y a raíz de ello una agencia publicitaria madrileña que colaboraba con el lanzamiento de la película con Sony Pictures Releasing, tuvo la genial idea de pintar de azul todas sus casas para celebrar el estreno, favoreciendo el turismo.
Júzcar ofrece al visitante múltiples rutas de senderismo así como diversión para los más pequeños, que disfrutan de lo lindo con sus caritas pintadas de azul y sus gorros blancos de pitufos caminando por sus callecitas.
También en este municipio se halla el Museo Micológico, importante parada para todas aquellas personas que deseen iniciarse o ampliar sus conocimientos sobre las setas. Normalmente se suelen organizar a mediados de noviembre jornadas micológicas para todos los amantes de esta disciplina. Alojados en el Hotel Restaurante Bandolero sin dudas algunas un lugar muy recomendable para el descanso y para degustar sus exquisitos platos. Iván y David, sus dueños, así como nuestra consejera y siempre risueña Maribel y el resto de su plantilla, nos abren las puertas de este acogedor hotel restaurante donde dedican muchas horas para poder ofrecer lo mejor de ellos mismos. Su comida tradicional es muy variada, rica y suculenta…, su plato estrella La Suprema del Cochinillo servido deshuesado, cocinado a baja temperatura acompañado de patatas y salsa de miel, naranja y cinco pimientas y espárragos, el postre de Crema Quemada de Castañas, una experiencia memorable para el paladar y sin olvidar el delicioso Pan de Castañas que elaboran allí mismo, entre sus otras variedades de pan. Un lugar que invita a volver una y otra vez.
Por otra parte; es curioso que estos pueblos que atesoran tanto encanto, cultura y tradición, y que son visitados por tantos turistas sobre todo en esta época del año, se sientan rebasados a falta de mano de personal para trabajar, no pudiendo así mantener sus negocios abiertos más horas al día. Dado la gran demanda laboral por falta de empleos actualmente, es una cruda contrariedad que ciertas cosas ocurran, allí sin embargo, es sencillamente, una triste realidad que cada día espera de una solución.
“Este mundo, eternamente imperfecto, imagen, e imagen imperfecta, de una contradicción eterna”,("Así habló Zaratustra" -1883-, Friedrich Nietzsche)
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