En los 10 últimos años se han ido de nuestro país 8.000 médicos mientras que en los próximos 5-7 años se van a jubilar un 30% de los médicos que ahora están trabajando. Por tanto, no tenemos recambio generacional. La medida fundamental es que los médicos se queden en España, mejorando sus condiciones económicas y laborales. Y a todos los demás profesionales del sistema sanitario.
Las principales movilizaciones en contra del grave deterioro de la sanidad pública no se están desarrollando solo en Madrid, sino que se están extendiendo al resto de España -desde Cantabria hasta Andalucía pasando por Asturias, Aragón, Cataluña, Extremadura, Navarra, País Vasco y Valencia- porque el problema es nacional.
Y cada vez son más los profesionales, como María Justicia López, responsable de Atención Primaria de la Asociación de Médicos y Titulados Superiores (AMYTS), los que consideran necesario un pacto de Estado por la sanidad pública, universal y gratuita -que dé estabilidad al sistema y obligue a todos los titulares de todas las administraciones responsables a dotar de los recursos suficientes -primeramente, a la Atención Primaria que lleva años agonizando- para reconstruir el Sistema Nacional de Salud -hoy día en crisis- como uno de los pilares fundamentales para garantizar la justicia social en España.
Por lo que vamos a ir desgranando la enfermedad de la sanidad pública con las valoraciones de María Justicia. Que lo primero que afirma es que la sanidad pública es nuestro baluarte, nuestra joya, por haberse construido durante años como un sistema de elevada calidad, con unos profesionales muy bien cualificados que lo integran. Pero la falta sostenida de inversión desde hace años y la mala gestión política están haciendo que se deteriore seriamente.
Y destaca en especial la Atención Primaria. Y si tienes un enfermo grave y no le pones un tratamiento adecuado, ¿qué ocurre? Acaba muriendo. Pues este es el caso en Madrid. Y esta es la situación de la Atención Primaria de Madrid: nos están dejando morir. Este es el motivo principal de las movilizaciones actuales en Madrid.
En resumen, la falta de inversión, la mala gestión, y el deterioro consiguiente, con listas de espera importantes y sobrecarga de trabajo de los profesionales, especialmente los médicos, está desmontando nuestro baluarte, lo que era nuestro excelente sistema sanitario público. Esto ha dado lugar a que los médicos, y otros profesionales, se estén marchando a otros países, donde las condiciones laborales son mucho mejores y las retribuciones también.
Porque la gravedad de los problemas afecta a todos los niveles sanitarios y está sucediendo en todas las autonomías, pero sin duda el sector más deteriorado es la Atención Primaria por el desprecio, abandono y falta de inversión que lleva sufriendo desde hace más de 15 años. Estamos asistiendo al desmantelamiento de la Atención Primaria. Nuestros representantes infravaloran este nivel asistencial cuando ha demostrado suficientemente que permite una reducción de la morbimortalidad y que resuelve el 90 por ciento de las necesidades sanitarias de los ciudadanos.
Porque la situación en Atención Primaria es de pronóstico infausto y a corto plazo, si no se implantan con urgencia potentes medidas retributivas y organizativas a corto, medio y largo plazo. El problema, como hemos valorado anteriormente es a nivel nacional. Ciertamente en Madrid -que es la comunidad que menos invierte en Atención Primaria- estamos al borde de la muerte, y además la atención pediátrica en los centros de salud está prácticamente en extinción.
Es verdad que todo el sistema sanitario esta interrelacionado, si cae uno de los sectores, caemos todos. Pero dicho esto, se debe reconocer que la Atención Primaria es la base y el eje vertebrador de todo el sistema, porque atiende al paciente de forma integral y longitudinal, incluyendo situaciones de urgencias, por ello salva vidas, estabiliza a pacientes graves, y es la puerta de entrada a la atención hospitalaria.
El hospital es el nivel de atención para situaciones más complejas tanto en pruebas diagnósticas como en intervenciones. Por ello todos los niveles sanitarios tienen alto valor y son muy necesarios. En los momentos actuales, debería invertirse como mayor prioridad en Atención Primaria ya que sufre la situación más precaria y la que ha estado más abandonada. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se debería invertir el 25% de todo el presupuesto en Atención Primaria. Sin embargo, la media en las comunidades autónomas en España es del 14%, y en el caso de la Comunidad Autónoma de Madrid la inversión se reduce al 11%, situándose en la cola de España.
Porque según la OMS, el 75% del presupuesto es para urgencias y atención especializada hospitalarias. Pero todas las comunidades autónomas son hospitalocentristas, destinan mucho más del 75% del presupuesto a la inversión en el sistema hospitalario en perjuicio de la Atención Primaria. Y concluye que es imprescindible un pacto de Estado para garantizar nuestro baluarte, nuestra joya.
Sin duda, la primera medida fundamental sería reforzar y remontar la actual situación de la Atención Primaria. Para ello sería prioritario -si queremos invertir en salud- obligar a las comunidades autónomas a financiar con más recursos materiales y humanos los centros de salud. Sería necesario ofrecer, en especial a los médicos de familia y pediatras, condiciones laborales y económicas atractivas para que no emigren a Europa.
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