Enfrentada a un mix de desafíos sin precedentes, la economía mundial encara un fuerte deterioro de su crecimiento. Este panorama mejorará ligeramente tras 2023 cuando, previsiblemente, las actuales medidas de los bancos centrales y la normalización de las cadenas de suministro contribuyan a aliviar las presiones sobre los precios.
El último Economic Outlook difundido por Crédito y Caución analiza los problemas económicos a los que se enfrentan las diferentes regiones del mundo.
El principal desafío, cuyos efectos son globales, es la evolución de los precios. La amenaza de la estanflación, la elevada inflación unida al estancamiento económico, planea sobre muchas economías a medida que se extiende la crisis del costo de vida, unida a la volatilidad del encarecimiento de los alimentos y la energía, la guerra en Ucrania y los efectos actuales de la pandemia. Se prevé que el crecimiento del PIB mundial se reduzca hasta el 1,2% en 2023, frente al 2,9% de 2022. El informe prevé que la estanflación se disipe gradualmente en 2023 a medida que descienda el IPC y que el crecimiento mundial repunte de nuevo hasta el 2,9% en 2024, especialmente si los efectos económicos de la guerra en Ucrania empiezan a remitir.
2023 será probablemente un año difícil tanto para los mercados emergentes como para las economías avanzadas. Crédito y Caución prevé que el crecimiento del PIB en los mercados emergentes se desacelere desde el 3,6% de 2022 hasta el 2,9% en 2023. Para aquellos mercados con una elevada deuda pública o privada, la evolución de los tipos de interés supondrá un reto adicional.
Muchos mercados avanzados también se enfrentan a una contracción del crecimiento el próximo año, con predicciones del -0,1% para la zona euro y una contracción económica del 0,4% para Estados Unidos.
Las previsiones contenidas en el Economic Outlook están rodeadas de un nivel inusual de incertidumbre. Un riesgo importante es la persistencia de una inflación elevada, impulsada por nuevas perturbaciones de los precios de la energía y una espiral de precios salariales. Esto llevaría a los bancos centrales a tomar medidas más drásticas para frenar la inflación, con graves consecuencias para el crecimiento. De hecho, en este escenario, el crecimiento del PIB mundial en 2023 se reduciría a la mitad, hasta el 0,6%.
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