El presidente del Banco Africano de Desarrollo, Akinwumi Adesina (izquierda), y su vicepresidente Kevin Urama (derecha), flanquean a la ministra de Planificación y Desarrollo de Costa de Marfil, Niale Kaba, durante la presentación del nuevo informe de la entidad que pronostica un mejor desempeño económico del continente en el bienio 2023-2024. Foto: AfDB
ABIYAN, Costa de Marfil – África superará al resto del mundo en crecimiento económico durante los próximos dos años, con un producto interno bruto (PIB) real de cuatro por ciento promedio en 2023 y 2024, de acuerdo con un informe divulgado este jueves 19 por el Banco Africano de Desarrollo (AfDB en inglés).
Akinwumi Adesina, presidente del banco, dijo que “a pesar de la confluencia de múltiples impactos, el crecimiento en las cinco regiones africanas fue positivo en 2022, y se prevé que las perspectivas para 2023 y 2024 sean estables”.
Entre los factores que afectaron la economía del continente –por otra parte asolado por la pobreza estructural y los conflictos armados- Adesina citó la desaceleración de la demanda global, las condiciones financieras más estrictas y las cadenas de suministro interrumpidas en el tercer año de la pandemia covid-19.
Aun así, el crecimiento estimado de cuatro por ciento supera los promedios mundiales proyectados para 2023 y 2024, de 2,7 y 3,2 %, respectivamente.
El informe “Africa´s Macroeconomic Performance and Outlook (Desempeño y perspectivas macroeconómicas de África)” muestra que el crecimiento medio del PIB se desaceleró a 3,8 % en 2022, desde 4,8 % en 2021, en medio de importantes desafíos tras el impacto de la covid y la invasión rusa de Ucrania.
Pero destaca que a pesar de la desaceleración, 53 de los 54 países de África registraron un crecimiento positivo y las cinco subregiones del continente siguen siendo resilientes, con una perspectiva estable a mediano plazo.
Algunas de sus economías deben situarse porcentualmente ente las de crecimiento más rápido del mundo en el bienio que se inicia, como es el caso de Ruanda (7,9 %), Costa de Marfil (7,1), Benín (6,4), Etiopía (6,0) y Tanzania (5,6 %).
En la subregión de África central, con el impulso de precios favorables de las materias primas, se estima que el crecimiento ha sido el más rápido del continente con 4,7 %, frente a 3,6 % en 2021. Fue en África del sur donde el crecimiento se desaceleró más, a 2,5 % en 2022 desde 4,3 % en 2021. Esa desaceleración refleja un crecimiento moderado en Sudáfrica, ya que las tasas de interés más altas, la demanda interna débil y los cortes de energía persistentes pesaron sobre su economía.
En África occidental se estima que el crecimiento se desaceleró a 3,6 % en 2022 desde 4,4 % en 2021. Eso refleja las desaceleraciones en Costa de Marfil y Nigeria, las dos economías más grandes de la región.
El crecimiento de Nigeria en 2023, aunque afectado por la covid, la inseguridad y la débil producción petrolera -a pesar del aumento de los precios internacionales del crudo-, podría beneficiarse de los esfuerzos en curso para restaurar la seguridad en la conflictiva región productora de petróleo.
Para el Norte de África se estimó que el crecimiento disminuyó 1,1 puntos porcentuales hasta 4,3 % en 2022, desde el 5,4 % en 2021, debido a la fuerte contracción en Libia y la sequía en Marruecos. Se proyecta que el crecimiento se estabilice en 4.3% en 2023, respaldado por un fuerte repunte esperado en los dos países y un crecimiento sostenido en otras áreas de la subregión.
Finalmente, se calcula que en África oriental el crecimiento se moderó a 4,2 % en 2022 desde 5,1 % en 2021. Sin embargo, se prevé que se recupere al promedio anterior a la pandemia, por encima de 5,0 %, en 2023 y 2024.
Si bien la estructura de producción en África oriental es relativamente diversificada, los países de la subregión son en gran medida importadores netos de productos básicos. Por lo tanto, soportan la peor parte de los altos precios internacionales, además de las crisis climáticas recurrentes –con marcadas sequías e inundaciones en distintas zonas en años recientes- y la inseguridad, particularmente en el Cuerno de África.
El informe envía una nota de advertencia sobre las perspectivas tras los riesgos globales y regionales actuales, que incluyen el aumento vertiginoso de los precios de los alimentos y la energía, el endurecimiento de las condiciones financieras mundiales y el aumento asociado en los costos del servicio de la deuda interna.
El cambio climático, con su impacto dañino en el suministro doméstico de alimentos y el riesgo potencial de reversión de políticas en los países que celebran elecciones en 2023, plantea amenazas igualmente desafiantes. El informe aboga por acciones políticas audaces a escala nacional, regional y global para ayudar a las economías africanas a mitigar los riesgos agravantes.
El destacado economista Jeffrey Sachs, director del Centro para el Desarrollo Sostenible de la estadounidense Universidad de Columbia, elogió el informe del AfDB pues “muestra que África puede crecer y alcanzará un crecimiento de siete por ciento o más por año de manera constante en las próximas décadas”.
“Sobre la base de la resiliencia que vemos en este informe, veremos una verdadera aceleración del desarrollo sostenible de África para que sea la parte de rápido crecimiento de la economía mundial. África es el lugar para invertir”, concluyó Sachs.
A-E/HM - Fuente: IPS
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