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Cómo la alimentación y el estilo de vida influyen en el peso | |||
Una dieta equilibrada, variada y sana ayuda a mantener un peso saludable | |||
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La guerra contra la báscula es una batalla constante de muchas personas que quieren mantener un peso adecuado tanto por estética como por salud. Para lograr los objetivos marcados, en la mayor parte de los casos es importante cambiar el estilo de vida: la alimentación y la forma en la que se vive son los mayores aliados para conseguir el índice de masa corporal ideal. La dieta es la primera cosa sobre la que hay que poner la mirada cuando se inicia un proceso de control del peso. Una dieta equilibrada, variada y sana ayuda a mantener un peso saludable y, en casos de sobrepeso u obesidad, a reducir poco a poco la materia grasa y bajar kilos. El cuidado de la dieta Introducir verduras, reducir azúcares y grasas, cambiar las carnes rojas por blancas y añadir cinco piezas de fruta al día son los principales consejos que se han de seguir. En la mayor parte de los casos, optar por una dieta sana es suficiente para empezar a ver resultados, sin necesidad de entrar en dietas estrictas y limitantes, que siempre hacen más duro el proceso. En este caso, el mayor enemigo que hay que combatir es el de los alimentos procesados y ultraprocesados. Este tipo de productos se cuentan como los principales enemigos a la hora de bajar gramos en la báscula por su alto contenido en grasas, sales y otros químicos. Eliminar los procesados y sustituirlos por productos frescos siempre es una decisión acertada. En los casos más complejos, en los que se tiene una masa corporal muy alta, que puede derivar en problemas de corazón, diabetes y ciertos cánceres, o cuando no se puede perder peso de manera autónoma, es recomendable acudir a un profesional que pueda ayudar a controlar el peso. Otros factores importantes en la pérdida de peso Para que el proceso de control de peso funcione, el cambio de dieta tiene que estar asociado a más cambios en el estilo de vida. En ese sentido, el ejercicio habitual es uno de los principales aliados. La persona que tiene que controlar su peso debe saber que el sedentarismo es otra gran frontera a pasar durante el proceso. Salir a caminar, ir al gimnasio, apuntarse a tenis o cualquier otro tipo de actividad que implique mover el cuerpo es indispensable para mejorar físicamente y obtener resultados significativos a corto y medio plazo. Esto debe estar unido a otro cambio de hábitos que tienen una eficacia demostrada: el sueño. Adecuar los horarios y dormir un número suficiente de horas tiene un efecto inmediato en la regulación hormonal que incide en el apetito y el metabolismo. En ese sentido, dormir bien ayuda a comer menos y a adelgazar. También hay que tener en cuenta factores psicológicos, como la ansiedad y el estrés, que hacen que se coma más y de una manera más desordenada, algo que tiene una consecuencia directa y negativa en el peso. El deporte, que es muy buen aliado para combatir los problemas psicológicos, se puede complementar en los casos más complejos de una terapia psicológica que ayude a que cuerpo y mente se estabilicen, y la pérdida de peso y el cambio del estilo de vida sean un hecho real. |
La Enfermedad Renal Crónica (ERC) se produce por una lesión del riñón, inicialmente silente, que se caracteriza por una disminución del filtrado glomerular (FG) y/o por albuminuria. Se calcula que afecta a más de un 10% de la población y su prevalencia aumenta en pacientes con hipertensión (HTA), diabetes mellitus (DM), obesidad y con otras circunstancias, incluida la edad avanzada.
El glaucoma es la principal causa de ceguera irreversible en el mundo y puede evitarse en más del 90% de los casos si se detecta a tiempo y se recibe el tratamiento adecuado. Esta enfermedad neurodegenerativa, que generalmente se relaciona con un aumento de la presión intraocular y afecta al nervio óptico, se calcula que tiene una incidencia de cerca de un millón de personas en España, lo que representa un 3% de la población.
Los médicos internistas advierten que la enfermedad pulmonar obstructiva (EPOC) rara vez se presenta “sola” y suele acompañarse de otras enfermedades o comorbilidades como la hipertensión arterial, la insuficiencia cardiaca, la diabetes, la osteoporosis, la ansiedad y la depresión y de que la presencia de comorbilidades es muy frecuente, puesto que más del 78% de los pacientes presentan al menos una comorbilidad.
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