Recientemente el 6 de febrero en el aniversario 107 de la muerte de Darío, al gratamente brindar una conferencia sobre “Las vivencias del último viaje hacia la muerte” por Rubén Darío, en la inauguración de una “Biblioteca Hogar del Libro”, proyecto humanístico debido a los ingentes esfuerzos y recursos patrimoniales de nuestro fraterno amigo Don Melvin Wallace; se ha dado el acto ceremonial en días pasados en Paris sobre la incorporación del escritor peruano Don Mario Vargas Llosa como miembro de número en La Academia de la Lengua Francesa. Salvando de manera especial una serie de requisitos, se me vino a la memoria dos asuntos fundamentales que hoy deseo compartirles.
Primero lo relacionado a lo trascendente que no siendo francés, ni haber nunca escrito en francés, y lo segundo no menos importante: ¿Que arte y belleza le influyó en su juventud tener un otoño tan laureado? Veamos: Si algo ha distinguido a los franceses es el celo de mantener lo tradicional de su cultura y lo relacionado a lo relacionado con la nacionalidad.
Guardando las distancias en el caso particular, siendo y estando en Paris el hermano de mi padre, el Doctor Fernando Vélez Paiz, un aventajado discípulo del Premio Nobel de Medicina 1912, del Doctor Marie Joseph Carrel-Billar conocido como Dr. Alexis Carrel, al desear designar un pabellón con el nombre del Doctor Vélez Paiz después que se retiró de Paris para venirse en 1941 a su patria natal, en la Academia de Medicina de Paris, fue necesario un permiso oficial de las autoridades de Paris.
Algo similar pero en lo literario, a lo realizado ahora con Vargas Llosa por parte de la Academia, sobre el hecho de no haber escrito en Francés, siendo asunto que la academia una institución que celosamente vela en la regulación y perfeccionamiento del idioma francés.
Sobre lo otro, hemos de indicar siendo la tesis para la graduación de bachiller en humanidades de Vargas Llosa cuando él mismo estaba en formación, como joven de tan solo 22 años en 1958, fue sobre el desarrollo poético (Bases para su interpretación poética) del Poeta Rubén Darío; todo hace indicar que dicho análisis fue fundamental en el propio desarrollo de su personalidad como escritor, al determinar encontrarse con sí mismo, haciéndole madurar con principios fundamentales de gran valía, al asumir como gran importancia haber aprendido a leer, para hacer valer lo primordial en su personalidad, como fue tener sentido de la libertad a fines de romper las barreras del tiempo y del espacio, enseñándonos a través del papel de la literatura, ser propio y garante en los sistemas democráticos para tener dicha libertad.
Ello en tiempo después le permitió poder discernir con sentido crítico al tener buen y amplio espíritu al disponer de la información y la literatura suficiente para expresar las injusticias prevalecientes en las realidades que como sistemas pudieran existir. He allí la importancia de los libros, saber leerlos y aún más saber interpretarlos. La Biblioteca es la estación en la vida para poder potenciar lo anterior.
Si algo ha caracterizado a Vargas Llosa es tener carácter y criterio literario firme, muy a pesar de ser siempre jovial, guardando ser educado y amistoso. Su empeño de toda una vida es nunca sentirse satisfecho con la realidad; de ahí su querer un mundo mejor, sea mediante el enriquecimiento del lenguaje y el prevalecimiento de la justicia social. No es lejos pensar que ello lo aprendió al analizar a Darío, de crearse “su propia visión del mundo y de la literatura”, sin rehuir tener que asumir posiciones políticas. Prevaleciendo como escritor lo literario. Sobre Nicaragua su atención ha sido permanentellegando a expresar sentidos sentimientos de mucho cariño en pro de una Nicaragua con progreso acorde a un espíritu cristiano. Ha sido galardonado hasta con el premio Nobel de literatura en 2010. En tiempos de la administración del Presidente Bolaños, recibió la orden “Ruben Darío” en grado Gran Cruz.
|