Isidre López es el máximo responsable de SEAT Históricos, el departamento de la marca española que se encarga de conseguir, preparar, restaurar y mover la espectacular colección de coches, que atesora la famosa nave A-122 de la Zona Franca, en Barcelona. En SEAT Históricos se funde la historia de la marca, tanto en producto como en competición, y al frente de todo está Isidre, que lleva trabajando en SEAT más de treinta y tres años, los doce últimos al frente de SEAT Históricos. Hablamos con Isidre.
¿Podrías hacerme una actualización de cómo está la nave 122? “Tras la última adquisición, tenemos 363 coches en la colección. Hay de todo, desde coches de competición, a coches de serie, desde utilitarios a berlinas grandes. Ahora mismo, en nuestros talleres se está cociendo la restauración de un SEAT Ibiza MK2 de la Copa Ibiza de 1993, para celebrar su 30 aniversario. También estamos trabajando en un SEAT Fura Crono homologado de rally, y en un Siata Tarraco, que estamos intentando acabar este año antes del verano. En realidad, este modelo es la plataforma de un SEAT 600, pero en tres volúmenes”.
Si tuvieras que elegir un coche de calle y uno de carreras de toda la colección… ¿cuáles serían? “Buff!!, eso es muy difícil. Empezando por el de carreras, que me parece más fácil, yo me quedaría con un SEAT Córdoba World Rally Car EVO2, concretamente con la versión Safari Rally, por el recuerdo tan especial que guardo de él, ya que formé parte del grupo de trabajo en Kenia, en el rally, algo que no olvidaré jamás. Hicimos podio y tengo un recuerdo muy entrañable de ese coche y de ese momento. Elegir el coche de calle, sin embargo, es muy difícil. Sin duda, me quedaría con dos, el SEAT 1400, por ser el primer SEAT, aunque todo el mundo podría pensar en el SEAT 600, porque es el modelo más popular de la marca. Pero hay que reconocer que el 1400 es el que puso en marcha la fábrica, y fue un coche muy moderno para la época, con carrocería autoportante, el primero que la llevaba en esos años. También fue el que enseñó a la plantilla, esos 925 empleados que sacaron la fábrica, a construir coches. Por eso creo que el 1400 merece el primer lugar de mi lista.
Después, creo que me quedaría con el 124 Sport 1600, principalmente por su dinámica: era un auténtico “pepino” de los 70. Un coche con un carácter muy deportivo, muy equilibrado; un peso muy bien repartido, casi 50 % en cada eje; con un motor espectacular, el 1,6 biárbol con cuatro carburadores, que le dan un empuje impresionante, con 110 caballos de potencia, en una época donde el 600 tenía 24 caballos”.
¿Cuántos coches serían necesarios para tener completa la colección? “Tenemos una lista de los coches que nos faltan y es alucinante, porque la tenemos desde hace varios años. Ahora estaríamos en unos 50 coches que nos harían falta para completar bien la colección. Es cierto que cada año aprendemos o encontramos alguna cosa curiosa, como el Siata Tarraco, que no estaba en la lista y que también nos ayuda, a parte de los coches nuevos que van llegando”.
Esperamos que Isidre consiga esos 50 coches, para poder ir pensando en un futuro MUSEO SEAT.
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