Los hombres perfectos de Lola González es una novela corta, de unas 181 páginas, en donde su protagonista, Gala, despierta del mal sueño en el que vive tras descubrir una infidelidad por parte de su marido. La autora nos ha confirmado que es una historia sobre mujeres, pero no solo para mujeres, pues la búsqueda de uno mismo nos atañe a todos. En esta historia, ellas viven engañadas porque han decidido voluntariamente mirar hacia otro lado hasta que, por fin, dirigen sus ojos al frente. En palabras de la propia autora, ¿cómo definirías Los hombres perfectos? Es una novela de auto descubrimiento o más bien de reconocimiento, porque la protagonista se conoce muy bien a sí misma pero la inercia y las convenciones sociales se interponen en su camino y la hacen desviarse de su yo original. Está narrada de forma sencilla y cercana, pero creo que esconde tantas capas como el lector quiera ver…
¿Dirías que el principal tema a tratar en tu novela es la infidelidad? ¿Por qué te interesa explorar este concepto? Sí, el tema principal es la infidelidad, pero no la amorosa que forma parte de la trama sino una infinitamente más grave, que subyace de fondo: la infidelidad a uno mismo. Me interesa explorar ese concepto porque me parece que sólo puedes ser libre y feliz si eres fiel a ti mismo.
En un momento de la trama, la protagonista afirma que cayó en la trampa de la seguridad. ¿A qué se refiere? A que se acabó metiendo en un estilo de vida que no quería y con la persona equivocada. Se fue dejando llevar sin alinearse con su propia esencia, se metió en el camino que ‘tocaba’, no en el que quería. Afortunadamente, la vida le brinda una nueva oportunidad para empezar de cero.
¿Qué opinas de la literatura intimista? Que es un nicho poco comercial (que considero un atributo extra) muy necesario dentro de la literatura. ¿Incluirías a tu libro en este género? Lo incluiría como un híbrido entre la novela realista y la intimista. Es una novela que no se ciñe al estándar de las normas narrativas, que permite a sus personajes divagar y transitar entre la realidad y la percepción íntima, que ahonda en temas universales como la necesidad de la amistad, del amor (hacia uno mismo y hacia los demás) y la búsqueda de la plenitud.
¿Cuáles son tus referentes literarios? Tengo muchos, afortunadamente. Por mencionar algunos, destacaría a Lucia Berlin, a Muriel Spark, a Deborah Levy, a Natalia Ginzburg, a Elizabeth Strout, a Delphine de Vigan, a Carmen Laforet… También hay hombres! Juan José Millás, Ray Loriga, Saki, Jardiel Poncela.
Para mí hay como tres partes en Los hombres perfectos. Una de ellas sería algo así como el despertar de Gala, otra la vida de Lily y por último el desenlace de ambas mujeres.¿Concebiste la novela con algún tipo de estructura? No como una estructura cerrada. Partí de una estructura general, pero dejé que los personajes fueran cobrando vida propia y tejiendo su camino. Durante meses conviví más con ellos que con personas reales.
¿Dirías que es una novela sobre mujeres? Porque también tenemos un hombre, aunque parece más complemento que sujeto. Es una novela sobre mujeres porque suelen ser las mujeres las que corren el riesgo de ‘diluirse’. Entre nuestros muchos atributos están la flexibilidad y la capacidad de adaptación y eso lleva inherente el riesgo de la pérdida de identidad. Es una novela sobre mujeres, pero no sólo para mujeres.
Además de escribir, ¿en qué inviertes tu tiempo, Lola? Colaboro en una galería de arte produciendo textos sobre artistas y exposiciones y desde hace unos meses soy librera, un oficio maravilloso que me va como anillo al dedo. Me hace muy feliz comprobar de primera mano que hay mucha gente a la que se le iluminan los ojos cuando entra en una librería (otro nicho necesario).
¿Cuál será tu siguiente proyecto? Tengo una serie de relatos que me gustaría agrupar en un libro y estoy escribiendo otra novela, una especie de cierre de ‘Los hombres perfectos’...
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