Durante el 2022 y en lo que va del 2023 la industria tecnológica está en crisis, debido a los rezagos de la pandemia y al colapso reciente de Silicon Valley Bank (SVB), uno de los bancos más grandes de Estados Unidos que otorgaba financiamiento a la mayoría de las empresas de tecnología. Lo que llevó a SVB a la quiebra y a una posterior corrida bancaria por sus clientes fue que, desde 2022, la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos aumentó las tasas de interés con el fin de combatir la inflación y esto resultó en un gran inconveniente para las empresas, porque se disminuyó el valor de las acciones tecnológicas y se dificultó la recaudación de fondos.
El contagio de la crisis llegó a otros bancos como Signature Bank y Silvergate, que también cerraron. De acuerdo, con el portal El Financiero, algunos analistas como Gabriela Siller aseguran que México no se contagiará, desde 2015 se han hecho regulaciones bancarias que analizan los recursos de las instituciones financieras para prever los riesgos y tener una mejor gestión. La realidad que deja entrever esta situación en el sector financiero de Estados Unidos es la corrupción y los conflictos que existen detrás de estas instituciones.
El problema es peculiar y contradictorio, ya que la mayor parte de los prestatarios y depositantes provienen de empresas de tecnología. Si bien, en 2020, hubo un boom de contrataciones en este sector por la crisis sanitaria, pero, luego, en 2022 y principios del 2023 culminó en despidos masivos. Según las estadísticas de un informe de Hireline, en 2020 y 2021 la oferta en empleos de tecnología creció un 88%, el home office había tenido un gran alcance. Sin embargo, a mediados de 2022 hasta nuestra actualidad se estima que más de 1,000 empresas han anunciado despidos, entre ellas están Amazon, Twitter, Meta, Microsoft, Alphabet, Cisco y Uber, sumando un total aproximado de 153 mil 678 empleos que se han perdido.
“Esto no salió como esperaba”, menciona Mark Zuckerberg, el CEO de Meta. Después del boom de ofertas laborales y la expansión del metaverso, nadie se esperó un crash económico, que proyectara un movimiento completamente diferente de recursos para las empresas de tecnología y marketing digital. A pesar de las subidas y bajadas que se han experimentado en la economía local y nacional de Estados Unidos, aún queda mucho por desarrollar. Nuestro futuro está plagado de direcciones tecnológicas impredecibles e innovadoras, el 2023 se encuentra en un periodo de transición, que transformará la economía, la movilidad, la conectividad y la energía.
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