Estos días de precampaña de elecciones autonómicas y municipales, dicen que son días para la reflexión “mitinera”, días de decoración atrasada, días de promesas de paraísos terrenales, días de conquista de la nueva juventud ignorante...
Dada la experiencia de los adultos, también son días de mentiras programadas, días tapaderas de muchos incumplimientos, días de ilusiones quijotescas, días de promesas de ínsulas de Baratarias, en las que el antiguo Sancho resolvía los pleitosanulando la leyes..., ahora no, el nuevo SANCHO,resuelve los problemas favoreciendo al embustero y aprovechado, perjudicando al honrado y engañado. Pasada la precampaña... “Dios, dirá...”. Somos conscientes que muchas de las culturas que conocemos se fueron desarrollando en cierto modo con los mismos métodos: promesas, mentiras y degradación del pobre... Hoy, queremos pasar a la historia como “capitanes de la dignidad del hombre”, pero lo primero que hacemos es pisotear su dignidad, permitiendo, que el CAPITALISMO IDEOLÓGICO diseñe el “orden social”, en base al poder y no a los principios morales de la dignidad. Dos meses antes de las elecciones, el virus de la “buena imagen” aparece en todos los despachos municipales: se limpian las calles, se ponen señales que mejoren la movilidad de los mayores, se intercambian votos por bonos juveniles, se abaratan los alquileres, se multiplican las promesas de ayudas que nunca llegaran, se ataca al vecino, al compañero, al diferente... todo llevado a cabo por cierta parte del pueblo pagado y enmudecido. ¡GLORIA AL CÉSAR!...
En nuestra España, por maldita desgracia, GLORIFICAMOS el CAINISMO, frente la convivencia pacífica y justa.
Engañamos la memoria para dormir sin tranquilizantes... Da lo mismo el tipo de CLAN que escojamos... Lo importante es DEFENESTRAR A LOS CÉSARES ENDIOSADOS y, sobre todo, COLOCAR en su lugar CÉSARES HUMANOS, HOMBRES DE ESTADO FUERTES PARA GOBERNAR y HUMILDES PARA DIMITIR.
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