La Diputación de Salamanca ha creado este Club de Producto formado por talleres y comercios de productos tradicionales elaborados de forma manual, con el fin de poner en valor la riqueza turística y cultural de la provincia a través de la artesanía como generador de experiencias. Y es que el destino atesora un sinfín de productos y materiales de inigualable autenticidad, trabajados con técnicas ancestrales, que reflejan la esencia, costumbres y forma de vida de cada uno de los rincones de la región.
Los productos artesanos de la provincia de Salamanca son una muestra palpable de su riqueza cultural y patrimonial, elementos diferenciadores capaces de identificar y potenciar la oferta turística del destino. Es por ello que la Diputación de Salamanca ha creado el Club de Producto “Salamanca en Buenas Manos”, una iniciativa desarrollada para afianzar el peso de la provincia como destino gracias a la producción de artesanías, entre las que destacan joyas, artículos de cuero y piel y utensilios de cocina o tejidos, entre otros.
La propuesta invita a artesanos, talleres y comercios de productos elaborados artesanalmente a ser parte de esta marca que nace con el objetivo de poner en valor este arte como recurso generador de experiencias turísticas y culturales como visitas a talleres, actividades formativas, etc. Además, “Salamanca en Buenas Manos” permitirá potenciar y desarrollar un comercio artesano en la provincia destinado al turismo con productos locales, tradicionales y de calidad.
Y es que la provincia de Salamanca atesora oficios y labores ancestrales, que se materializan en artesanías que reflejan la identidad cultural del destino y que hoy en día suponen un auténtico reclamo turístico para sus visitantes.
Es el caso de los orives y joyeros de la provincia, que se sirven de metales preciosos para entrelazar magistralmente la célebre filigrana charra en municipios como La Alberca, Ciudad Rodrigo, Mogarraz, San Martín del Castañar o Tamames. También se mantiene el oficio de los canteros, herederos de aquellos que ayudaron a decorar templos y palacios y que trabajan la arenisca en Villamayor y el granito en Sorihuela y Los Santos.
La arcilla es otro de los materiales que se trabajan en la provincia, concretamente en Alba de Tormes, Cespedosa o el Bodón, es transformada por alfareros y ceramistas en útiles domésticos y en verdaderas obras de arte al alcance de cualquier economía. El municipio salmantino de Villoruela se convierte en centro productor de artesanía de la mimbre, mientras que en La Alberca y Mogarraz tallan la madera; por su parte, Montemayor del Río es la referencia en la cestería de castaño.
Algodones y lanas surten los telares de las localidades El Bodón y Morasverdes. Una de las artesanías textiles por excelencia de la provincia es el “bordado serrano”, un bien representativo de la identidad cultural de la Sierra de Francia. La vocación ganadera de la provincia favorece la presencia de expertos guarnicioneros y zapateros en Macotera, Salamanca, Villavieja de Yeltes, Ciudad Rodrigo, Béjar o Mogarraz.
Para ser incluidos en la marca de calidad, los productos deben ser elaborados dentro de la provincia de Salamanca, además de ser realizados principalmente con materias primas procedentes del territorio. Están contemplados artículos como cosméticos y jabones, platería, joyas, prendas de vestir y calzado tradicional, hasta instrumentos musicales, juegos o juguetes, entre otros.
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