| ||||||||||||||||||||||
|
|
Filigramma 13: sin triscaidecafobia | |||
Dadme un punto de apoyo que encontraré mi refugio interno | |||
| |||
No sé cómo explicar lo que siento cada vez que tengo en mis manos el más reciente número de Filigramma, la revista del Círculo de Escritores Sabersinfin, pero de lo que sí estoy seguro, es que es más parecido a la alegría que a cualquier otra emoción negativa. Cada edición de Filigramma me causa asombro y satisfacción, me impulsa a poner manos a la obra en relación con la próxima publicación. Indudablemente la revista nueva me hace ver los pasos que hemos dado hacia adelante y, por otro lado, me hace soñar con los posibles alcances en un futuro determinado. Con ese cúmulo de alegría que ilusiona con un futuro inmediato más próspero, me es grato presentarles el número trece de Filigramma. En el siguiente enlace pueden descargar gratuitamente la publicación: http://bit.ly/3XmLCEo Además, a manera de adelanto, a continuación les comparto la editorial que escribí para esta emblemática edición: Pese a que los miedos nos coman por dentro, nada nos detendrá en el profundo convencimiento de salir adelante, de continuar e ir a la búsqueda de nuestros ideales y cumplimiento de propósitos y fines. En ésta, la edición 13 de la revista Filigramma, es una buena ocasión para recordar nuestros miedos irracionales, como lo es la fobia al número 13 o triscaidecafobia (del griego τρεισκαιδέκα, treiskaideka ‘trece’, derivado de τρεῖς, treîs ‘tres’, καὶ, kai ‘y’, y δέκα, deka ‘diez’; junto con φοβία, fobía, de φόβος, fobos ‘miedo’, ‘temor’). Jorge A. Rodríguez y Morgado en su forma acostumbrada de acudir a la numerología, al esoterismo y al hermetismo, expone por qué veladamente esta edición de Filigramma es más un augurio de larga vida y prosperidad, que un aviso de negrura por la aparente fatídica cifra. Sí, Rodríguez y Morgado analiza el número 13, escudriña los resquicios de las sumas y las restas para hallar el lenguaje oculto de lo que las cifras y los nodos nos dicen. Jorge, quien es doctor en Ingeniería Civil y cada vez más poeta, analiza, escribe y suma con sus cuasi obsesivos análisis, un contenido más para levantar cimientos en la revista que tiene frente a usted. Detrás y a un lado del artículo Filigramma y su edición número 13 están los acostumbrados aportes del resto de mis compañeros, quienes levantan columnas en un espacio marcado por el sudor de las frentes y el talento de las mentes/corazones que acuden a otra nueva cita. En esta ocasión la obra del joven talentoso oaxaqueño Vladimir Palomec ilustra nuestra revista. Entre poemas, fábulas, relatos y artículos una de las promesas de la plástica oaxaqueña nos comparte visualmente el mundo que percibe y lleva dentro de sí. Adriana Terán, la literata mexicana ahora avecindada en Buenos Aires, Argentina es nuestra “Escritora invitada”, quien a través de sus poemas nos evoca las plumas en el exilio y la madurez adquirida por la lejanía. En fin, ésta es la revista 13 de Filigramma, una publicación sin cabida a la triscaidecafobia y con aferramiento a la permanencia, al cambio, al encuentro, a la fraternidad. Hasta aquí el editorial de la décimo tercera edición de la revista. Solo me resta invitarles a que lean lo que mis compañeros de letras han preparado meticulosamente, y a que nos acompañen al V Encuentro Internacional de Poesía Sabersinfin, aquí todos los pormenores: https://bit.ly/3NouIR6 |
El doctor Ramón Vila-Rovira, es cirujano Plástico y Estético desde hace muchos años. Su consulta está ubicada en el Centro Médico Teknon, en Barcelona. Antes de dedicarse a esta especialización hizo un largo recorrido como médico para estar preparado concienzudamente para trabajar en ella. Vila-Rovira describe en su autobiografía, “Tras el bisturí”, sus vivencias desde que nació hasta ahora. Es su historia: cómo la ha vivido, cómo lo ha pasado.
La noche caía como un manto de seda negra sobre el horizonte, mientras Lucía caminaba por las calles de un pueblo olvidado por el tiempo. La última luz del sol dibujaba sombras alargadas que parecían extenderse para abrazarla. Había llegado allí en busca de respuestas, de algo que diera sentido a las grietas que sentía en su interior.
El trineo chirrió y el barín arribó atrás el sueño, las verstas y el sopor helado de la estepa y las medidas de aguardiente de los cocheros y otra vez el sueño en menudos copos.
|