Se dice que la electromovilidad es el futuro y que augura un buen escenario para el medio ambiente, pero no todas las personas están convencidas de que este cambio podrá frenar los problemas climáticos de la actualidad. Las dudas están puestas en la mesa, aunque los procesos de la industria automotriz prometan ser más sostenibles.
En años próximos, los autos de combustión interna serán sustituidos completamente por eléctricos, este avance es inevitable y se ha pronunciado bastante en las grandes compañías de la industria automotriz, lo que plantea entre los consumidores la siguiente pregunta: ¿los autos eléctricos serán los suficientes capaces para resistir a cualquier situación climática?
De acuerdo con una encuesta realizada por Hyundai en Reino Unido, se ha revelado que existe incertidumbre al respecto de la seguridad y la conducción de los vehículos eléctricos al momento de una tormenta o inundación. La quinta parte de los encuestados aseguró que no compraría un auto eléctrico, porque los creen inseguros para conducir en una lluvia eléctrica. Mientras que, la tercera parte dijo estar preocupada de que los vehículos eléctricos fueran afectados por rayos y el 28% restante se rehúso a comentar por falta de información.
Antes estas preocupaciones, Sylvie Childs, gerente senior de productos de Hyundai Motor UK, declara, al portal de Express.co.uk, que esta aseveración no es cierta. Las tormentas eléctricas e inundaciones no representan un riesgo para la integridad de los conductores, al contrario, los autos eléctricos son más seguros debido a que no tienen rejillas o tomas de aire, el circuito eléctrico está completamente sellado. Asimismo, no hay peligro alguno que imposibilite la carga de los vehículos eléctricos en las estaciones durante una tormenta. Sin embargo, hay que tener las mismas precauciones que con un automóvil de gasolina o diésel.
Por otro lado, las altas temperaturas sí pueden llegar a afectar. El calor excesivo y una calefacción desmedida disminuyen la autonomía del coche eléctrico y el rendimiento de la batería. Los modelos no tan recientes cuentan con un sistema de refrigeración que entra en acción cuando se sobrepasan los 45 ºC para enfriarse más rápido, pero con el tiempo esto puede reducir la capacidad del motor en un 40%.
En su lugar, en los modelos más nuevos como el BMW i3, Tesla 3 Model, Renault Zoe y el Nissan Leaf se implementan bombas de calor, independientes del motor, que permiten enfriar y calentar el coche eléctrico en las estaciones de carga, para mantener una buena temperatura y aprovechar el calor residual que emana de los motores eléctricos. Otra forma de regular la temperatura sin depender del sistema de calefacción es con la incorporación de asientos calefactables, esto logra un mayor ahorro energético y protege su autonomía en desplazamientos largos.
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