Los progresos tecnológicos y las herramientas digitales han dado lugar a tendencias innovadoras como la "gamificación", que ha transformado la manera en que la sociedad se relaciona con la tecnología en los diferentes ámbitos de la vida cotidiana.
Esta estrategia tiene como objetivo motivar, incentivar y fomentar la participación de manera activa de los usuarios a través de la aplicación de elementos y dinámicas propias de los juegos en contextos no lúdicos como en la formación, la gestión de recursos humanos o incluso el desarrollo laboral, generando así un mayor compromiso.
Según un estudio elaborado por Fad Juventud, el 77% de los jóvenes entre 15 y 29 años son aficionados a los videojuegos y de ellos, más de la mitad (57,4%) juegan todos los días. Unas cifras que pueden resultar preocupantes pero que muchos expertos ven como un aspecto positivo si se tiene en cuenta que los videojuegos pueden tener carácter educativo.
Según el informe elaborado por Youtube y Cesuswide, los videojuegos ayudan a la Generación Z a adquirir técnicas útiles para encontrar empleo. “Con el uso de esta técnica de aprendizaje, y la presencia cada vez más constante de los videojuegos en la vida de los jóvenes, el interés por especializarse en estudios que permitan desarrollar herramientas de juego ha aumentado significativamente. En IMMUNE estamos comprometidos con el futuro profesional de los jóvenes, y contamos con formaciones como nuestro programa en Ingeniería de Desarrollo de Software con el que el estudiante podrá diseñar, desarrollar y mantener sistemas y aplicaciones software utilizando diferentes métodos y lenguajes de programación”, explica Carmen Navacerrada, directora del programa en IMMUNE Technology Institute.
Pero ¿qué beneficios tiene emplear la gamificación en el aula en el desarrollo de las habilidades del alumno?
Carmen Navacerrada los detalla y explica cómo se pueden aplicar en la búsqueda de empleo:
Pensamiento estratégico y resolución de problemas: los videojuegos presentan escenarios desafiantes que ofrecen a los estudiantes la oportunidad de practicar en la toma de decisiones informadas, analizando las opciones disponibles, considerando posibles consecuencias y evaluando riesgos y beneficios de cada elección. Además, al abordar estos problemas en el contexto del juego, se aprende a pensar fuera de lo común y a desarrollar habilidades para resolver conflictos de manera más efectiva en la vida real. Estas habilidades son cruciales en el mercado laboral, ya que los líderes deben ser capaces de tomar decisiones informadas y resolver problemas de manera efectiva.
Trabajo en equipo: este tipo de entretenimiento a menudo requiere que los participantes trabajen juntos para lograr un objetivo común. A través del juego, deben de ser capaces de colaborar y guiar a otros en situaciones grupales promoviendo la comunicación, el apoyo mutuo y la coordinación para alcanzar la meta final. Por eso, la gamificación facilita el desarrollo de habilidades de trabajo en equipo y fomenta una mentalidad colaborativa entre los jóvenes.
Comunicación eficaz: la habilidad de comunicarse de manera efectiva es esencial para un resultado exitoso en cualquier área de trabajo. Gracias a que la gamificación requiere de comunicación entre los jugadores para planificar estrategias y coordinar acciones, los jóvenes son capaces de articular sus ideas y pensamientos de manera estructurada, así como de mejorar la comprensión de las necesidades del equipo y la identificación de soluciones adecuadas.
Impulso de la creatividad: el diseño de mecánicas y la creación de contenido involucran a los jugadores de una manera atractiva. Al tener que incorporar elementos nuevos al juego, los estudiantes deben pensar de manera innovadora exprimiendo al máximo su imaginación a través de la creación de misiones, personajes y narrativas. Además, los juegos pueden ofrecer múltiples caminos para alcanzar los objetivos. Los participantes pueden elegir sus estrategias, enfoques y preferencias de aprendizaje, lo que les otorga la libertad de ser creativos en su proceso educativo.
Aprender a lidiar con la competencia y el fracaso: en un mundo competitivo y en constante cambio, aprender a lidiar con la competencia y el fracaso se ha vuelto fundamental para el crecimiento personal y profesional. A través de la simulación de situaciones competitivas en juegos, los estudiantes exploran estrategias, tácticas, y enfrentarse a derrotas sin que tengan consecuencias negativas en el mundo real. Lo que los lleva a aprender a manejar la frustración y desarrollar resiliencia emocional.
|