Es la suerte de millones de necrófilos (los atraídos por la muerte y todo lo que rodea a la muerte), que siguen votando a quien les ha instalado en esa cultura a lo largo de 5 años en los que el sanchismo frankenstein ha cultivado, promocionado, difundido y facilitado la cultura de la muerte en España a gran escala.
Se trata del mayor éxito político del gobierno frankenstein que, de forma obsesiva y por su gran abundancia, diversidad de formas y facilitación a través de leyes, de acciones y de omisiones, consolidó esta cultura sobre toda otra. La cultura de la muerte tuvo así millones de seguidores, fans necrófilos, votantes fanáticos el 23J.
Como siervo que es Sánchez de la Agenda 2030, cuya finalidad primera es reducir población, él y su gobierno se aplican denodadamente en implantar cultura de muerte, en múltiples formas para ser más eficaces. Veamos algunas de esas formas con las que tanto placer obtienen ellos y sus fans necrófilos:
- Desenterrar muertos, con el añadido del morbo que supone hacerlo por venganza política. Es algo así como volver a matarlos con gran regusto.
- La eutanasia (o ley de muerte indigna), que multiplica por mucho ese tipo de asesinato políticamente inducido por ley. Los alemanes acaban de rechazar que se apruebe la autanasia por la inseguridad que supone para la población; aquí esa inseguridad es cultura placentera.
- El aborto o asesinato protegido, pagado, fomentado y ampliamente aprovechado políticamente como derecho. Gracias al sanchismo los necrófilos tienen su derecho, y garantizado por el tribunal constitucional (con minúsculas).
- El gran incremento de suicidios, especialmente entre jóvenes y muy jóvenes. Esta modalidad está bastante ocultada políticamente en razón de que apunta a la ineficacia, la indiferencia, el desprecio y la desidia del gobierno; ello no quita para que los necrófilos tengan su placer en tal modalidad.
- Aumento de los suicidios entre los trans del colectivo LGTBIPQA+; colectivo que ya tenía su índice bastante superior a la media. El incremento esponencial de miembros del colectivo, debido a la promoción, los privilegios, las subvenciones y demás ayudas políticas que recibe el colectivo (en detrimento de los millones de necesitados en España), hace que los suicidios suban en igual o superior proporción. Todo ello favorece el regocijo de los necro, y lo votan.
- Desde el suicidio asistido, el de jóvenes y el de los trans; se produce un efecto contagio que incrementa mucho todo tipo de suicidios; la facilidad, la promoción política y la cultura necrófila, se difunden en la sociedad tecnológica y desinformativa dando como resultado ese contagio para mayor adherencia a esa filia desintegradora.
- Los asesinatos de mujeres y niños. Mueren más desde que se asignan grandes sumas de dinero público a montar chiringuitos que perduran para que más gente viva de ellos y en ellos, naturalmente son votantes que promocionan la necrofilia del gobierno. Por cierto, esos dineros públicos son sustraídos a la protección de las posibles víctimas, cada día más desprotegidas. Hay que añadir las facilidades legales que este gobierno ha establecido para que los asesinos pululen por las calles una vez liberados de la cárcel.
- Los homicidios han aumentado un 13´5 % solo en el primer trimestre de 2023. Ese aumento marca una tendencia disparada desde que el sanchismo de marlaska se ha hecho cargo (descargo) del departamento preventivo (ahora proactivo en vez de preventivo).
- Hay una multitud de muertos que indirectamente el gobierno progre provoca con haber aumentado enormemente la pobreza, dependencia, trabajadores esquilmados, autónomos tan estrujados que no resisten, no pueden aguantar y ceden al ahogamiento.
- Los enfermos de ELA siguen muriendo demasiado pronto "gracias" al abandono del gobierno que prometió, pero guardó en el cajón del olvido, lo mucho que se puede hacer para aliviar, ayudar y facilitar la vida de estos enfermos.
- Las inmensas carencias y retrasos que padece el sistema sanitario, hace que muchas personas mueran antes. Ya sabemos que para la Agenda 2030 eso es algo muy positivo, como lo es para todos los que votan la cultura de la muerte, establecida como sistema de gobernanza del necrófilo gobierno; pero eso no es gobernar, eso es servilismo, negligencia, eso es promover el mal común, eso es sanchismo promotor áulico de la cultura de la muerte.
Nos gobierna la cultura de la muerte. Una cultura que, como toda otra, se promociona, se difunde y se expande entre, en este caso, los sectores más fanáticos, los menos cultos, los menos equilibrados y socialmente más dañinos. Ahí caza votos el sanchismo necrófilo.
Sánchez es culpable de lo que cultiva, lo que compra y lo que legisla y de abandonar el bien común para dotar bienes particulares, fines espúreos, deleznables y literalmente mortales para muchas personas.
Yo pienso que la vida es demasiado preciosa y les pido que no la desprecien, que no legislen su destrucción. Los que tenemos cultura de la vida proclamamos:
La vida es vida, es un don precioso, hay que defender la vida. Votemos vida.
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