Eduardo Díez (Madrid, 1984) participa en el Premio Literario Amazon 2023 con Día de gracia, una novela de misterio y suspense que forma parte de la trilogía Miguel Lifante. Si bien sus diferentes entregas pueden leerse en el orden que prefiera el lector, existe un hilo conductor para la colección, que no es otro que la amistad, un elemento fundamental en la vida de este escritor madrileño.
¿Cómo te definirías como escritor, Eduardo? Honestamente, no sabría decirte. La palabra escritor me impone cierta solemnidad a la que no estoy seguro de corresponder. En todo caso, me gusta contar historias con trasfondo, que no se queden solamente en qué pasó y por qué. La naturaleza humana es demasiado interesante como para dejarla pasar. ¿Cómo surgió la idea para escribir Día de gracia? Al principio solo tenía claras dos cosas: que iba a transcurrir en Cantabria y que la trama tendría que ver directamente con Miguel y su entorno. Eso hace de Día de gracia la más oscura y profunda de las tres entregas, pero también la más especial de todas.
Este libro ha sido el más difícil de escribir con enorme diferencia, en parte porque hay varias tramas que necesitaba cerrar. Recorrí todos los escenarios que aparecen en la novela para documentarme y a eso le uní un pasaje de La mala flor en el que Miguel habla de su cuadrilla. Paralelamente, el personaje de Álex Jon tenía que aparecer con toda su fuerza y terminar la andadura que comenzó en una novela independiente llamada Gens. A modo de paréntesis, diré que podríamos calificarla como una precuela a esta trilogía.
Si a todo ello le sumamos que el proceso de creación y escritura se vio interrumpido en varias ocasiones por circunstancias personales, el resultado es un libro del que me siento enormemente orgulloso de haber terminado.
Día de gracia forma parte, junto con Tal como eres y La mala flor, de una trilogía, sin embargo, pueden leerse en el orden que prefiera el lector, ¿no es así? De todos modos, cuéntanos, ¿cuál es el hilo conductor? He procurado que cada uno de ellos pueda leerse de manera independiente. Si alguien decide leer primero Día de gracia, se pondrá al día de todo en las primeras páginas del libro. No obstante, al tratarse de una trilogía, lo suyo es que se comience con Tal como eres y así hasta llegar al final. Por otro lado, Gens también puede leerse en cualquier momento.
El hilo conductor es la evolución del protagonista a raíz de un hecho tan traumático como es el asesinato de un amigo. Nadie sabe qué pasó con certeza, y el caso terminó archivándose. La búsqueda de respuestas por parte de Miguel genera todo lo que le sucede en el transcurso de la trilogía.
Tus novelas tienen un tema en común que es la amistad, ¿cómo de importante es esta para ti? La amistad es un modo de amar, y el amor es lo que nos aferra a la vida y nos ayuda a no sentirnos tan solos. Es una lección que se aprende conforme vas cumpliendo años y las experiencias se te acumulan. Para mí es algo esencial, y tan escaso que hay que cuidarlo entre algodones. No hago distinción entre mis amigos y mi familia. Los quiero igual, y procuro estar siempre pendiente de cómo están. Algunos de ellos viven lejos y eso hace que nos veamos muy poco, pero a la hora de juntarnos es como si el tiempo no hubiera pasado. Lamentablemente, eso pasa una vez cada X meses o incluso años. Por eso llevo fatal las despedidas.
Antes hablábamos del hilo conductor de la trilogía y de que siempre procuro dotar a las historias de varias capas para que no se queden en algo puramente anecdótico. Bien, pues ese es el tema central de los tres libros. Cada uno de ellos es conceptual; Tal como eres habla de la empatía, La mala flor, de la mentira y Día de gracia trata sobre el dolor. Sin embargo, todos están conectados por un concepto de fondo, que es el de la amistad y sus distintas variantes. Incluso Gens. Eso lo convierte en un tema recurrente de mi narrativa. ¿Qué esperas que te aporte participar en el Premio Amazon 2023? Lo más importante de este premio es la visibilidad que ofrece. No conozco otro que permita publicar la obra antes de que sea galardonada, y eso hace que la gente se interese por los participantes. Ganar no está en manos de uno, por lo que no merece la pena darle vueltas ni romperse la cabeza mirando el ranking cada dos por tres. Si tiene que ser, será. Tu protagonista, Miguel Lifante, tiene un lado oscuro bien interesante, ¿por qué decidiste mostrar al lector esta otra faceta suya? Porque no hay luz sin oscuridad. Es tan simple como eso. Cada uno de nosotros tiene un lado oscuro que procuramos mantener a raya sin darnos cuenta de que eso es precisamente lo que nos completa. No puedes valorar la limpieza sin antes haberte ensuciado. Vivir plenamente significa experimentar tanto la luz como la sombra, distinguirlas e integrarlas para conseguir un equilibrio, sin perjuicio de que este oscile de cuando en cuando.
En el caso de Miguel, tiene que descender al infierno para descubrirse y romper con aquello que, precisamente, le hace asomarse al abismo. Has creado personajes tan interesantes como el mencionado Miguel Lifante, Álex Jon o Señorita. Si solo pudieras elegir uno, ¿con cuál te quedarías? Si tuviera que elegir uno, no lo haría por lealtad a los otros dos. Los quiero a todos por igual. Por decir algo, Miguel podría ser mi amigo, Álex, mi compañero, y yo sería Señorita a la hora de ponerme flamenco. ¿Qué tipo de lecturas sueles buscar como lector? Soy muy picaflor en ese sentido. Disfruto igual con una novela de ficción pura (sin género, quiero decir) que con una policiaca, histórica o de aventuras. Incluso le he hincado el diente a alguna romántica, aunque reconozco que me cuesta conectar con ellas. En general, lo que busco es que me aporten algo más que mero entretenimiento. Sobre todo, a nivel formativo como escritor. También suelo leer bastante ensayo.
Cuando has terminado de escribir un borrador, ¿quién es la primera persona a la que se lo enseñas? Tengo la suerte de contar con un corrector magnífico a quien le cuento todas mis inquietudes y penas. En el momento en que pongo punto final a la novela (y tras haberla registrado, cosa que recomiendo hacer a cualquier persona que escriba), le paso el texto y espero su análisis. Trabajamos muy bien juntos y creo que eso es fundamental a la hora de obtener un buen resultado. Que te digan las cosas sin paños calientes es muy de agradecer. No sé si has recibido alguna, pero ¿cómo encajas la crítica negativa? Siempre que sean constructivas, las llevo bien. Estoy acostumbrado a la caña, principalmente a la que yo mismo me doy. Supongo que eso hace que me duelan menos, pero no por ello dejo de tenerlas en cuenta. De hecho, las que recibí del libro anterior me han servido de mucho para Día de gracia.
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